UEFA LEAGUE: DÍNAMO DE KIEV 1 FIORENTINA 1
Fiorentina, logró en el Olímpico de Kiev un trascendental empate en el último suspiro ante el Dinamo en la ida de los cuartos de final de la Europa League.
Fiorentina no tardó demasiado en adueñarse de la pelota en el centro del campo. El equipo dirigido por Vincenzo Montella, que tuvo en el egipcio Salah a su jugador más incisivo, y en el chileno Matías Fernández a su cerebro en los metros finales, dispuso de numerosas ocasiones para abrir la cuenta. Un remate demasiado centrado del primero, que el arquero repelió con dificultades, y un disparo de Mario Gómez, que murió en el lateral de la red, a punto estuvieron de poner en ventaja al elenco viola.
Sin embargo, fue Matigol el que más cerca estuvo del tanto. Sucedió a los 32 minutos de partido, tras una triangulación entre éste, Gómez y Valero en la frontal del área. La finalización del jugador criollo, con la pierna derecha, se marchó besando el poste izquierdo del arco defendido por Shovkovskiy.
Más efectivos se mostraron los pupilos de Rebrov en su primer remate entre los tres palos. Lens, el futbolista más peligroso de su equipo a lo largo de la primera mitad, recibió la pelota en el costado izquierdo en el minuto 36, trazó la diagonal y probó fortuna con un disparo que describió una extraña parábola tras tocar en Tomovic e hizo inútil la respuesta de Neto.
La escuadra italiana, que reclamó airadamente penal en un remate de Joaquín abortado con el brazo por un zaguero ucraniano, buscó la igualdad con más corazón que cabeza hasta que agonizó la primera parte.
Fiorentina no perdió su identidad tras el paso por los vestuarios, pero sí su sitio sobre la cancha. Abusó el conjunto de Montella del fútbol directo para tratar de revertir el marcador adverso y la precipitación le jugó una mala pasada. Las llegadas al arco ucraniano se sucedieron, pero el empate volvió a resistírsele al cuadro de visita en el minuto 76, cuando Borja Valero estrelló un cabezazo en el palo.
Con la llegada de la recta final, Dinamo apostó por preservar la renta lograda, introduciendo futbolistas de corte defensivo, mientras la Fiore acumulaba atacantes en el área rival. La apuesta desesperada le funcionó sin embargo a Montella, pues uno de los jugadores de refresco, Babacar, consiguió el tanto del empate en el tiempo de adición, con un certero remate acrobático tras un buen centro de Matías Fernández desde la derecha. Publicado por Mascherato viola en 1:53