Ugly Kid Joe fueron para mí como un inesperado soplo de aire fresco y diversión en aquellos años en los que la rabia, la angustia y la ira depresiva del grunge ya se habían apoderado del Planeta Rock. Yo seguía con pasión aquella onda llegada de Seattle y me entusiasmaban aquellas nuevas bandas, al tiempo que seguía disfrutando de unos Guns N'Roses en plena forma o de unos enormes y también inesperados Black Crowes. Sin embargo no esperaba a esas alturas encontrar una nueva banda de esas características que me hiciera disfrutar tanto como hice con Ugly Kid Joe. Con un sonido impecable y brillante, unos músicos que parecían más que competentes y sobrados de actitud y una colección de canciones sin desperdicio, este disco me pareció y me sigue pareciendo una verdadera joya.
La canción con la que me decidí a pasar por caja fue un sencillo y delicioso tema semi acústico que Carlos Pina tuvo a bien pinchar en la radio, una mañana de verano en que yo iba en mi coche a la playa: "Mr. Recordman". Por supuesto ya conocía "Everything About You", una canción inmediata, marchosa y pegadiza, un single, de esos que siempre de alegrabas de oir en la radio o pillar en la MTV; después vino "Neighbor", con la que ya me los empecé a tomar un poco más en serio, aquellos tipos roqueaban, se les veía descarados y apuntaban ciertas señas de identidad propias. Pero fue al escuchar esa canción cuando me convencí. Tres de tres, todas diferentes y todas buenas. Esa banda merecía la oportunidad y ese disco me lo iba a comprar.
Y resultó que eso era solo la punta del iceberg, y que lo mejor estaba aun aguardándome entre los surcos de ese vinilo. "America's Least Wanted" es un disco hard rock variado, enérgico y divertido, lleno de temazos ante los que me resulta imposible permaneccer quieto un instante. Estoy hablando de trallazos como "Goddamn Devil", "So Damn Cool", "Come Tomorrow", de deliciosas baladas como "Busy Bee" o estupendas e inesperadas versiones como "Cats In The Craddle" .
Y mención aparte para los que considero mis temas favoritos del disco, "Don't Go" y "Panhandlin' Prince" dos canciones de estribillos adictivos y que exponen brillantemente el que para mí es el sello inconfundible de esta banda: esos gloriosos cambios de ritmo que hacen que una misma canción no deje de sorprenderte a cada instante. Me encanta.