UGT, independentista catalana

Publicado el 17 agosto 2014 por Cronicasbarbaras

Si existiera la gallega Santa Compaña y peregrinara con ella el fundador de la UGT y del PSOE, el ferrolano Pablo Iglesias Posse, fallecido en 1925 a los 75 años, o su fantasma moría definitivamente del susto, o mataba a sustos a sus herederos catalanes.

Porque la UGT defiende las demandas independentistas catalanas con su apoyo al referéndum separatista, mientras que los militantes del PSC-PSOE van hacia un abismo de las identidades localistas, y a ver cómo justifican todo esto Cándido Méndez y Pedro Sánchez.

Iglesias Posse no soportaba los nacionalismos. Eran los nuevos caciquismos de los ricos de cada región, y lo que menos podía imaginarse era que los obreros y los socialistas se unieran a los señoritos provincianos para explotar al resto de los pobres del mundo.

Eso es lo que hace ahora la Unión General de Trabajadores, UGT, fundada hace 126 años por "El Abuelo" Pablo precisamente en Barcelona, entonces la vanguardia de la clase obrera española, con el sueño de participar en el internacionalismo proletario.

Pero ese sueño sería ahora una pesadilla para Iglesias viendo que su UGT y otros sindicatos inicialmente internacionalistas como la CNT y las tardofranquistas CC.OO., se volvieron pueblerinas y filoindependentistas catalanes.

Cuando tienen algún conflicto laboral estas organizaciones salen por Cataluña pidiendo la solidaridad los trabajadores españoles, pero envueltos en senyeras, últimamente con la estrella de los independentistas.

Señor Josep María Àlvarez, secretario general de UGT de Cataluña, que además de catalanizarse su José el nombre ha puesto la tilde del apellido como si fuera catalán: no pida solidaridad de otros trabajadores españoles a los que usted y los suyos quieren explorar social, económica y políticamente, en su ruta ovejuna tras el egoísmo y las tendencias al latrocinio de los señoritos independentistas.

Lo que los trabajadores de otras regiones desearán es que ustedes vayan al paro, que el trabajo derive hacia ellos, y que el fantasma de Pablo Iglesias los asuste hasta matarlos.

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