Los griegos le dejaron a Troya una masa de cenizas humeantes; las marcas de fuego aún se pueden ver en las ruinas de la colina que ahora se llama Hissarlik. Los griegos tuvieron muchos problemas en su camino a casa, y pasaron los años antes de que algunos de los jefes llegaran a sus propias ciudades. En cuanto a Agamenón, mientras estaba en Troya, su esposa, Clitemnestra, la hermana de Helena, se había enamorado de un joven llamado Egisto, que deseaba ser rey, por lo que se casó con Clitemnestra, como si Agamenón hubiera muerto. Mientras tanto Agamenón navegaba a casa con su parte de la riqueza de Troya, y muchas tormentas lo sacaron de su curso. Por fin llegó al puerto, a unos siete kilómetros de su ciudad de Micenas, y besó la tierra cuando aterrizó, pensando que todos sus problemas habían terminado, y que encontraría a su hijo y su hija, Orestes y Electra, crecidos,LEER MÁS »
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Los griegos le dejaron a Troya una masa de cenizas humeantes; las marcas de fuego aún se pueden ver en las ruinas de la colina que ahora se llama Hissarlik. Los griegos tuvieron muchos problemas en su camino a casa, y pasaron los años antes de que algunos de los jefes llegaran a sus propias ciudades. En cuanto a Agamenón, mientras estaba en Troya, su esposa, Clitemnestra, la hermana de Helena, se había enamorado de un joven llamado Egisto, que deseaba ser rey, por lo que se casó con Clitemnestra, como si Agamenón hubiera muerto. Mientras tanto Agamenón navegaba a casa con su parte de la riqueza de Troya, y muchas tormentas lo sacaron de su curso. Por fin llegó al puerto, a unos siete kilómetros de su ciudad de Micenas, y besó la tierra cuando aterrizó, pensando que todos sus problemas habían terminado, y que encontraría a su hijo y su hija, Orestes y Electra, crecidos,LEER MÁS »
Los griegos le dejaron a Troya una masa de cenizas humeantes; las marcas de fuego aún se pueden ver en las ruinas de la colina que ahora se llama Hissarlik. Los griegos tuvieron muchos problemas en su camino a casa, y pasaron los años antes de que algunos de los jefes llegaran a sus propias ciudades. En cuanto a Agamenón, mientras estaba en Troya, su esposa, Clitemnestra, la hermana de Helena, se había enamorado de un joven llamado Egisto, que deseaba ser rey, por lo que se casó con Clitemnestra, como si Agamenón hubiera muerto. Mientras tanto Agamenón navegaba a casa con su parte de la riqueza de Troya, y muchas tormentas lo sacaron de su curso. Por fin llegó al puerto, a unos siete kilómetros de su ciudad de Micenas, y besó la tierra cuando aterrizó, pensando que todos sus problemas habían terminado, y que encontraría a su hijo y su hija, Orestes y Electra, crecidos,LEER MÁS »