El pasado día 13 de diciembre tuvo lugar en Bodega Selección de alicante la última cata del año, la esperada cata extraordinaria de navidad, en la que además de numerosos vinos de calidad, pudimos disfrutar de algunos de los grandes vinos que se elaboran hoy por hoy en España.
Empezamos catando algunos vinos blancos. Javier Sanz 1863 (DO Rueda, blanco con crianza sobre lías 100% Verdejo, Javier Sanz), es un vino de color amarillo pálido, con una nariz herbácea y floral y con esos recuerdos de su crianza con lías, y que en boca es seco, de acidez fresca y algo glicérico; un buen verdejo. Castillo de Monjardín Chardonnay Barrica 2009 (DO Navarra, blanco con crianza 100% Chardonnay, Castillo de Monjardín) tiene un color amarillo dorado, nariz muy marcada por la madera, con ahumados intensos y algo de piña; en boca es seco, de acidez fresca, pero nuevamente muy marcado por los ahumados; no me va este tipo de vino.
Por los espumosos pasamos sin pena ni gloria, catando alguna cosa de Bohigas, Veuve-Clicquot e incluso Moët & Chandon que yo me negué a probar.
La ronda de tintos la empezamos con Castillo de Haro Reserva 2008 (un vino del que no puedo dar más información que la DOCa Rioja), que viste de color picota con ribete rubídeo, dando en nariz vainilla, cacao y fruta confitada, y que en boca es seco, muy tánico, de buena acidez, pero descompensado; mejor nariz que boca sin duda. Seguimos con un Viñegra-Olargui 1998 (DOCa Rioja, y no puedo decir más) de colores ya claramente acaobados, aromas terciarios animales, cueros y algo de fruta al fondo, y un paso por boca muy suave y limado; estaba rico. Siguiendo con los vinos ya de buena edad, pasamos a probar un Gran Albina Reserva 1996 (DOCa Rioja, tinto con crianza, 80% Tempranillo, 15% Mazuelo, 5% Graciano, Bodegas Riojanas), que mostraba un color totalmente caoba, de capa muy baja; en nariz terciarios de maderas finas, barnices y especias; en boca muy poco expresivo y muy flojito; debió tener hechuras, pero estaba muy mayor. Pasamos a Los Dominios de Berceo 2001 (DOCa Rioja, tinto con crianza 100% Tempranillo, Grupo Berceo) que mostró un color acaobado, de capa muy baja; nariz definida por barnices, maderas y especias, y boca muy ligera, con algo de acidez aún alegre, pero muy apagadito. Nos devolvió algo de alegría un Marqués de Murrieta Reserva 2007 (DOCa Rioja, tinto con crianza 85% Tempranillo, 8% Garnacha tinta, 6% Mazuelo, 1% Graciano; Marqués de Murrieta), de color granatoso y capa media, dió en nariz fruta madura, especiado fino y ahumados, y en boca se reveló fresco, seco, suave pero con un tanino que aún se nota; un vino que para mí no falla.
Por fin, pusimos rumbo a la mesa de los grandes. En esta ocasión, varios viejos conocidos, y un nuevo visitante. Empezamos con el para mí desconocido Manjar de Silos 2006 (DO Ribera del Duero, tinto con crianza 100% Tempranillo, Uvaguilera), un vino de color granatoso de buena capa, nariz con notas animales y terrosas conjuntadas con fruta confitada; en boca es un vino suave, de buena acidez, frutoso y con buen tanino que le confiere una buena presencia; me gustó este vino.
Pasamos econtrarnos con mi querido Artadi Pagos Viejos 1998 (DOCa Rioja, tinto con crianza 100% Tempranillo, Artadi), que se vestía de color acaobado, de capa baja; la nariz es muy elegante y de buena intensidad, con tostados, ahumados, fruta escarchada y notas especiadas; en boca seco, fresco, suave, frutal y muy elegante; Pagos Viejos es un vinazo.
Enseguida llegó el turno a Palomero 2005 (DO Ribera del Duero, tinto con crianza 100% Tempranillo, Uvaguilera) que se mostró de color rubídeo de buena capa; aromas especiados, vainilla, ahumados y fruta negra; y paso por boca seco, suave de buena acidez, con un tanino muy elegante y todo muy conjuntado; muy mu rico, buen vino.
Terminamos la sesión con lo que me pareció una joya enológica, Vega Sicila Único 1998 (DO Ribera del Duero, tinto con crianza 85% Tinto Fino y 15% Cabernet Sauvignon; Vega Sicilia). De color acabado, de capa baja, se revela en nariz como un vino lleno de matices elegantes, maderas, fruta confitada, cuero, incienso, tostados... En boca es espectacular, suave, sedoso, frutal, elegante, de buena acidez. Un auténtico vinazo de los de sentarse a saborear con tiempo y calma, llevando la copa a la nariz una y otra vez.
Una cata decembrina la de este año que me pareció algo más deslucida, pero que pudimos cerrar con un broche de oro, y quedarnos con ese buen sabor de boca esperando ya los eventos del próximo año.