Una de mis ultimas jornadas ocurrió a finales de agosto con mi buen amigo Víctor Chacón. Decidimos dedicarla a los lucios a pesar de que sabíamos que no estaban en su mejor momento.
Nos dirigimos a una postura típica de la época en la que estábamos y empezamos a pescar con swimbaits de vinilo despacio, rastreando el fondo a una profundidad considerable.
De vez en cuando notaba alguna picada, pero muy leve y no se clavaba ninguno. Tras insistir y confiar en la técnica consigo clavar el primero que tras una buena lucha pude hacerme con el. Pasó por poco de los 8kg.
Tras su vuelta al agua y siguiendo con la misma, pude hacerme con otro buen lucio, pero más peque que el anterior. Y con él acabó la jornada.