Fascinado por la figura humana y literaria de Primo Levi, me acerco hasta el libro de relatos y memorias que, traducido por Miquel Izquierdo y editado por el sello Muchnik, lleva por título Última navidad de guerra. Me he encontrado aquí con “Cena de pie”, un simpático texto en el que un canguro asiste a una fiesta humana; “En una noche”, un relato desasosegante en el que unos hombres silenciosos que salen de un bosque desmontan un tren, que ha quedado detenido por un aluvión de hojas secas; “Registro”, que nos presenta al empleado de una extraña oficina, que tiene que decidir y apuntar en una ficha la causa de la muerte de las personas; “La gran mutación”, donde todos los habitantes de un pequeño pueblecito italiano observan con estupor cómo les crecen alas; o el amargo “Fuerza mayor”, lleno de un crudo simbolismo (un hombre fuerte obliga a otro débil, en un callejón, a tumbarse en el suelo y pasa caminando por encima de él).
No será necesario aclarar que casi todos los relatos pueden ser leídos en clave autobiográfica: las experiencias de Primo Levi dentro del atroz mundo nazi son lo bastante conocidas como para entristecerme dando detalles.
La parte del tomo donde se recogen las “entrevistas absurdas” (a un topo, a una jirafa, a una gaviota) es quizá lo menos interesante del volumen. Pero el balance general es bueno.