Llevo meses sin enseñaros mis últimas adquisiciones, así que se me han acumulado unas cuantas. Nuevamente, hay un poco de todo, acorde con mis gustos variados: novelas breves y ladrillos, adultas y juveniles, de guerras y de paisajes exóticos, de autores consagrados y nuevos talentos...
A la izquierda, mi lectura actual:
Lazos de humo, el debut de María Iglesias. Se trata de una novela sobre la vida del hijo de un carbonero que, tras mucho esfuerzo, consigue convertirse en abogado y defender las causas justas. Me llamó la atención porque leí críticas muy positivas y además el argumento es del tipo
infancia difícil, que como sabéis me atrae bastante. De momento me gusta, pero no me parece nada del otro mundo y se alarga más de la cuenta.
Seguramente el otro libro os sonará más:
La canción de los maoríes, la continuación del éxito
En el país de la nube blanca, de la alemana
Sarah Lark. Lo de segunda parte es un decir porque este gira alrededor de las nietas de las protagonistas del anterior, así que se pueden leer de forma independiente. Tengo ganas de sumergirme de nuevo en
Nueva Zelanda y espero que la autora haya pulido sus fallos.
Al principio os decía que en mis últimas adquisiciones hay libros sobre guerras, y aquí los tenéis, uno con la guerra civil española como telón de fondo y el otro con la Segunda
Guerra Mundial.
El error azul es del español Javier Lorenzo, del que no he leído nada, que presenta como hilo principal la historia de un triángulo amoroso. El segundo,
22 Britannia Road, nos llega de la mano de una desconocida Amanda Hodgkinson, que triunfó en las letras inglesas con esta obra. Este año estoy especialmente receptiva con las novelas ambientadas en estas épocas, así que espero disfrutarlas mucho.
Y llego a la obra de la que espero más:
Caligrafía de los sueños, de Juan Marsé. La Barcelona de la posguerra y un amor imposible son los ingredientes de la novela más autobiográfica del que considero uno de los mejores escritores españoles vivos. Llevo mucho tiempo sin acercarme a sus letras, pero cuando lo he hecho he salido más que satisfecha y estoy segura de que con este libro me ocurrirá igual.
A su derecha,
Sabor a chocolate, hasta ahora la publicación más aclamada de José Carlos
Carmona. Se trata de una historia corta, estructurada en capítulos muy breves, y con un contenido poco convencional. He leído reseñas que lo ponen a la altura de los clásicos, de modo que mis expectativas con él son altas.
Termino con dos novelas juveniles:
Pomelo y limón, de Begoña Oro, y
La gran O, de Santi Baró, ganadoras del Premio Gran Angular 2011 de España y Catalunya, respectivamente. El primero me lo han vendido muy bien mis compañeros de
El Tiramilla: narra una historia de amor entre los hijos de dos mujeres famosas, lo que los convierte en el centro de atención e invita a reflexionar sobre la importancia de la privacidad; un planteamiento muy original, sin duda. Y qué decir de la edición, ¡sencillamente maravillosa!
En cuanto a
La gran O, se trata de un intercambio de e-mails entre una adolescente y su escritora favorita (sí, el texto es del estilo de
Contra el viento del norte), con la particularidad de que la primera le oculta algo a la segunda. He leído las primeras páginas y pinta muy bien, en cuanto lo empiece seguro que no me durará nada.
¿Qué os parecen? ¿Habéis leído alguno?