Me quedan algunos libros más por leer, ya comenté que este año eran muchos los amigos y amigas que se presentaban y el tiempo da de sí lo que da de sí y no más, por mucho que nos empeñemos.
Hasta ahora he podido leer La caja de pinceles, de mi buen amigo Miguel Ángel Matamoros (Mián Ros), una obra en la que se combinan magia e historia, con una interesante trama en la que la figura central, aunque de manera indirecta, es Leonardo Da Vinci.
Podéis leer mi opinión completa en Amazon: La caja de pinceles.
La novelista fingida, de Rafael Costa. Una novela negra, curiosamente protagonizada por escritores, al igual que la mía, El caparazón de la tortuga, aunque en este caso hemos cambiado las tornas y yo me he metido en la piel de dos personajes masculinos, mientras que Rafael lo ha hecho en la de dos féminas.
Mi opinión sobre la novela en Amazon: La novelista fingida.
Y acabo de terminar El último anasazi, de José Vicente Alfaro, en la que también se mezclan ficción e historia para narrar la desaparición de todo un pueblo y una cultura, bastante desconocida, en la América pre colombina.
Mi opinión en Amazon: El último anasazi.
Las tres son muy recomendables y os animo a leerlas.
¡Hasta la próxima semana!