ed van der ELSKEN
Estaba enfermo de normalidadpero ahora
ruges en mi sangre
con voracidad
que abarca continentes.
Allí vas a quedarte palíndromo
congelado en instantes impíos.
Este es el último poema del año
debería ser final del trayecto
promesa de enmienda
gimnasio pulmones sanos
grieta con vocación
de terremoto.
Pero ya sabes que descumplo
mis promesas a rajatabla rasa.
No le queda mucho
en el mundo a este poeidiota.
Es una intuición
sin importancia
y mis intuiciones no follan.
Dicen los gurús de mierda
que si deseas algo con fuerza...
yo te deseo tanto
que va a estallarme la polla
provocando
diminutos hiroshimas
mundanos.
Sin embargo todo está bien;
ninguna sonrisa tuya
podría dañarme,
ninguna palabra tuya
bastará para salvarme.