Tan solo es el último día de otro mes, y el previo al primero de agosto. No significa el inicio de vacaciones ni la celebración de nada ni deshacer una maleta después de volver de un viaje. Así que, entre la col de un día que ha tenido un emotivo encuentro con alguien que solo piensa en salir de un hospital y la col de revisar, y casi premaquetar, textos ajenos para publicar en una revista, y seguir escribiendo un ensayino sobre lo que me gusta, esta lechuguita de poner aquí que recibí hace tiempo otro número —van seis— de Aventura, la publicación que recoge lo dicho en las Jornadas —van siete— del Seminario Permanente en torno al mundo poético de Claudio Rodríguez que se celebraron en noviembre del año pasado. Ciencia, materia y poesía es el título del volumen que las recoge y que tuvieron como intervinientes a Carlos García Gual, José Manuel Sánchez Ron y Amelia Gamoneda en las conferencias, y a José Manuel de la Huerga, Candela Salgado Ivanich, Pietro Taravacci, María Termes Sabater y el Colectivo DART (David Acebes, Rafael Marín y Atilano Sevillano) en las comunicaciones sobre Claudio Rodríguez, claro. Además de lecturas de poemas y presentaciones de libros, y música. Nunca he podido acercarme a la Biblioteca Pública de Zamora —aunque he incitado a gente—, a pesar de las invitaciones de Tomás Sánchez Santiago y de Concha González Díaz de Garayo; y siempre todo lo he conocido, como ahora, en diferido. Qué interesante todo el conocimiento de la materia a partir de la poesía de Claudio Rodríguez, qué gusto leer en él que la interpretación de la materia es fundamental en el poeta y eso de la salvación de la realidad como motivo esencial de interés. También, hoy, último día de julio, leo el final de un poema de Francisco Brines, de la misma generación —dos años mayor— que C.R., de Aún no (1971): «Con el recuerdo sólo de tu vida, porque fuiste mi vida, / qué abandonado estoy, / ¿y a quién le contaré lo que ahora siento?». Se me ha cruzado ese libro de Brines ahora, elegíaco y luminoso, como suele. Recuerdo una entrada antigua de Santos Domínguez, preciso siempre en sus síntesis, sobre una reedición de Aún no. Un apunte, tan solo un apunte. Último día de julio.