La ultraderecha europea está despertando, como acaba de demostrarlo en la capital de la UE, Bruselas --antes en Francia y en otros países--, donde protestó agresivamente, más que contra los terroristas, contra las autoridades y los medios informativos que no denunciaron la creciente presencia de yihadistas y su propaganda, detectadas desde hace años.
La ultraderecha se hace ver con esas denuncias, que sólo aparecían en sus medios informativos afines, para beneficiarse de la indignación de millones de ciudadanos ante el silencio que impone lo políticamente correcto, que acusa de islamófobo a quien señala la motivación religiosa del terrorismo actual, en Europa y el resto del mundo.
La causa es religiosa, aunque se niegue o se atribuya a una degeneración del islam sunita, secta mayoritaria en la que cada creyente interpreta libremente los versículos violentos del Corán.
Un lector argentino de estas crónicas le escribió a su autor recordando lo ocurrido allí en los años 60-70, cuando “las bombas estallaban en plazas, cines, restaurantes, escuelas, jardines de infantes, fábricas, astilleros, casas... PULSE EL ENLACE DE ABAJO PARA SEGUIR LEYENDO Y VER A SALAS...