En anteriores artículos hemos hecho referencia al umbral anaeróbico, y para muchos que quieren adentrarse en el tema del desarrollo físico pueden encontrarse con una amplia variedad de conceptos y disertaciones que al final terminarán por bloquear a un ciclista aficionado; sin embargo, aquí lo reconoceremos como aquel cambio en tu metabolismo que se genera después de cierta intensidad y que además llega a coincidir para cuando el ácido láctico ya no puede ser reciclado con la misma velocidad que se va produciendo, lo que al final lleva a una concentración del lactado por un exceso de producción (que también se puede reconocer como el máximo de estabilidad del lactato -y esto regularmente se presenta cuando la concentración llega alcanzar hasta 4 milimoles en la sangre-).
Y si bien en una carrera lo reconocemos como el agente malo en tu rendimiento (tanto al lactato como al ácido láctico), este factor puede resultar beneficioso en ciertas circunstancias y medidas.
Ya en anteriores artículos hemos reconocido que para dar pedaleadas requerimos de alimentar a nuestros músculos; en sí de los millones de células que se nutren mediante la sangre (con elementos como grasa, proteínas o carbohidratos); teniendo en mente que al interior de cada célula es dónde se queman y oxidan los alientos que utilizaremos como combustible.
Así, la quema de glucosa al interior de las células logra desprender un desecho al que denominaremos como ácido láctico. De tal forma que entre mayor sea la intensidad, también será mayor el consumo de la glucosa y de igual forma se incrementará la producción del desecho. Y aunque en un inicio este desecho puede parecer inservible, este se puede transformar en algo que conocemos como lactato (tomando en cuenta que debido al contacto con el plasma de la sangre se neutraliza -debido a que en el mismo plasma se contiene el antídoto-).
De esta forma, el lactato se puede logra transformar en un aliado que puede transportarse a través de la sangre hacia varios otros músculos para obtener el alimento que es requerido (inclusive, solo como ejemplo, uno de los principales consumidores de lactato es el corazón). Ya en este punto, el lactato encontrará la ruta para llevar al hígado para reciclarse en glucosa y así reutilizar de nuevo este elemento.
Ahora bien, a la mayoría de ciclistas todo lo anterior les queda más o menos claro; sin en cambio, lo que a más de uno les trae revuelta la cabeza es el conocer en qué punto establecer el punto del umbral anaeróbico para así comenzar su entrenamiento; y en la mayoría de veces, lo más correcto es que pare entrenar dicho factor es reconocer el punto más cercano que poseas con relación al máximo consumo de oxígeno.
Es que, en teoría, el umbral anaeróbico se debería de establecer con relación al 88% del máximo de la frecuencia cardíaca; y la mejor forma para reconocer este dato es mediante la realización de la prueba de esfuerzo.
Sin en cambio es evidente que no todos pueden realizar este test en un centro médico especializado, por lo cual se requieren de alternativas recomendables para determinar detalles como el anterior. Pero para realizar cualquier test o prueba debes de tomar ciertas consideraciones y una de las principales es estar completamente descansado; así que, en al menos durante un par de días previos, la mejor recomendación es que si te encuentras entrenando que sean sesiones de poco volumen e intensidad (incluso bien puedes descansar al menos uno de estos días).
En el siguiente artículo te comentaremos sobre el Test de Conconi y el Test en Puerto. Recuerda que la mayoría de consejos que aquí te ofrecemos, forman parte de la detallada información que puedes hallar en Planifica Tus Pedaladas (descritas de forma experta y amena por Chema Arguedas).
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