POR JOSÉ MELERO
El campeonato de Andalucía en la temporada 1923-1924, iba a comenzar con el Sevilla FC como claro favorito como era habitual por esos años, y con la novedad de la petición por parte de la Balompédica Linense de su inscripción en el campeonato de primera categoría, al haber sido campeón la temporada anterior del campeonato de segunda categoría. La asamblea de la Federación Regional Sur que se reunió a principios de temporada, aprobó dicho ingreso en su idea de aumentar el número de equipos en la máxima competición andaluza, votando en contra solamente los delegados del Real Betis, Recreativo de Huelva y Nacional FC, alegando dichos clubs que el modesto equipo gaditano no contaba en esa fecha con campo propio, condición que consideraban imprescindible para ascender. En dicha Asamblea el delegado del Sevilla FC propuso al objeto de dar facilidades al equipo de La Línea se confeccionara un calendario en el que hubiera de jugar los partidos de primera vuelta fuera de su casa, rechazando esta propuesta los referidos clubs anteriormente citados.
Se sorteó el calendario y empezó el campeonato sin incidente alguno, inscribiéndose los seis clubs de la región que conformaban el grupo A: Sevilla FC, R.Betis, Recreativo de Huelva, Nacional FC, Balompédica Linense y Español de Cádiz. Pero llegó la segunda jornada en la que correspondía al Nacional FC rendir visita a la Balompédica Linense, y el club sevillano mandó una nota a la Federación Regional Sur en la que anunciaba que no concurriría a La Línea, al considerar que dicho club no pertenecía a la primera categoría del fútbol andaluz. La Federación Regional cumpliendo las Bases del campeonato que señalaban que no presentarse un club incurría en la descalificación y una multa de mil pesetas impuso dicho castigo al Nacional FC.
El equipo nacionalista recurrió a la Federación Española de Fútbol que en asamblea celebrada el 13 de Noviembre de 1923, falló a favor de la Regional no solo en lo del castigo, si no en la inclusión de la Balompédica Linense en la primera categoría.
Siguió el campeonato sin otros incidentes, hasta que llegó el día en que hubo de visitar La Línea el Recreativo de Huelva, y en esa guerra absurda que siempre mantuvo el equipo onubense contra la Federación Regional dejó de presentarse. Sabiendo ya el fallo de la Federación Española, el Recreativo notificó que tenia cuatro o cinco jugadores lesionados solicitando el aplazamiento del partido, algo que lógicamente la Federación no aceptó, y con las Bases del Campeonato en la mano sancionó al equipo recreativista como antes hiciera con el Nacional FC.
A raíz de estas sanciones corría el rumor por Sevilla de que el R. Betis, el otro club que había votado en contra de la inclusión en primera categoría de la Balompédica Linense seria el siguiente en no presentarse en la ciudad gaditana y ser sancionado. Estos rumores se confirmaron cuando apareció anunciado en la prensa que el equipo bético no iba a desplazarse a La Línea y que así se lo había comunicado a la Federación el 14 de Febrero de 1924. Posteriormente se supo toda la verdad gracias al presidente bético Ramón Navarro Cáceres que en una entrevista realizada a la revista “Málaga Deportiva” reconoció que el no acudir a La Línea se debía a un “pacto” al que habían llegado el Recreativo,el Nacional y el propio R.Betis.
Pero a última hora el Real Betis Balompié rompió ese pacto y su presidente, el militar Navarro Cáceres, faltando a la palabra dada a recreativistas y nacionalistas, decidió que su equipo acudiera a la Línea a enfrentarse al equipo gaditano, como anunció el Correo de Andalucía con fecha 17 de Febrero de 1924, montando en cólera los directivos del Recreativo y del Nacional al sentirse traicionados por el equipo verdiblanco.
El equipo bético venció en este partido frente al conjunto linense por 0-3, terminando el campeonato con victoria del Sevilla FC, que días atrás había sentenciado dicho torneo al golear al eterno rival 2-4 en el campo verdiblanco del Patronato, en un choque en el que además de contar con importantes bajas, se le sumó el inconveniente al equipo sevillista de tener que jugar sin portero, ya que se lesionó al poco de comenzar el partido el guardameta Avilés, teniendo que ocupar su puesto el delantero Spencer.
La siguiente temporada (1924-25) que comenzó a mediados de Septiembre, colocó muy pronto al Sevilla FC a la cabeza de la clasificación gracias a las victorias en La Línea, Cádiz y ante el Nacional. El 19 de Octubre en el Reina Victoria el equipo blanco venció al R. Betis en un mal partido del conjunto sevillista -que acostumbrado a golear- solo pudo vencer por un ajustado 2-1.
Una jornada después iba a producirse la polémica de la temporada: el R. Betis llegaba tarde a Cádiz en su partido frente al Español. La expedición bética, que había salido de Sevilla a las siete y media de la mañana en dos coches, sufrió una avería en uno de ellos al llegar a la altura de Las Alcantarillas, al parecer, un problema eléctrico que uno de los jugadores verdiblancos, mecánico de profesión, intentó arreglar sin éxito. El arbitro, el sr. Tello, que viajaba en otro coche intento llevar a varios jugadores negándose estos, siguiendo éste su camino hacia Cádiz. Cuando se pudo obtener un coche que trasladara a los jugadores béticos había pasado bastante tiempo, llegando la expedición verdiblanca a Cádiz a las tres y media, media hora después de la hora fijada para el comienzo del partido. Una vez en el campo del Español la directiva del equipo gaditano reclamando sus derechos obligó al arbitro a redactar el acta consignando la incomparecencia del R. Betis, ante las protestas de jugadores y directivos béticos que increpaban al arbitro pese a que éste había pedido al club españolista que se jugase el partido y arreglar así el conflicto de manera amistosa.
El día 1 de Noviembre se reunió la Federación Regional Sur,moviendo sus hilos los delegados del Recreativo de Huelva y del Nacional FC para que le cayera al R.Betis el mayor castigo posible en venganza por los hechos ocurridos la temporada anterior en el asunto de la Balompédica Linense. Así, con la abstención del Sevilla FC, se llego al acuerdo de sancionar al equipo bético no solo con la perdida de los puntos si no con descalificación de la competición, una multa de 750 pts, el pago por daños y perjuicios al Español y 275 pts por gastos de arbitraje, en total unas 2000 pts.
Días después desde las paginas del diario “La Unión” el periodista, expresidente bético y vocal de la Federación Gil Gomez Bajuelo, “Discobolo”, arremetía contra los delegados del Recreativo de Huelva y del Nacional asegurando que no había lugar a la venganza, ya que el R.Betis no llegó a ningún pacto con estos equipos, algo que como reconoció el propio presidente bético Ramón Navarro Cáceres era rotundamente falso.
El Real Betis recurrió a la Federación Española que reunida a principios de Enero de 1925 decidió anular la descalificación del equipo verdiblanco incluyéndolo de nuevo en el campeonato, y reconociendo que el llegar tarde al campo del Español se debió a una causa de fuerza mayor, aunque curiosamente no le quitó la sanción económica. El polémico partido con el Español se jugó ganando el equipo gaditano por 1-0. Por otro lado, a pesar de que semanas atrás el Sevilla FC se había proclamado campeón, volvió a derrotar al equipo bético 0-3 en el campo del Patronato, arrasando en un campeonato en el que conquistó el titulo habiendo ganado todos los partidos.
No sabemos si por desconocimiento o por victimismo, o por ambas cosas, este pasaje de la Historia de nuestro fútbol se quiso en su momento relatar como que el todopoderoso Sevilla FC con mando en la Federación quiso derrotar al pobrecito y desprotegido R.Betis en los despachos, cuando como hemos comprobado, pudiendo haberlo hecho prefirió abstenerse elegantemente y ganar donde solía hacerlo: en el terreno de juego.
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