Era un político sin politiqueos. Ejercía la política exactamente como la definen en el Wikipedia:
“La política (del latín politicus y esta del griego antiguo πολιτικός 'civil, relativo al ordenamiento de la ciudad o los asuntos del ciudadano') es una rama de la moral que se ocupa de la actividad, en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por hombres libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva. Es un quehacer ordenado al bien común.”
Su parcela del “bien común” era Bilbao y sus ciudadanos. Incluidos los ciudadanos que han venido de fuera o los que viven en la periferia, en el llamado “Bilbao Metropolitano”. Porque la gente de Bilbao sabe que para ser “de Bilbao” no hay que haber nacido aquí. Porque los de Bilbao dicen que “los bilbaínos nacen donde quieren”. Lo sé por tener yo mismo esta experiencia. Además Iñaki Azkuna tampoco nació en Bilbao. Nació en Durango en 1943, en tiempos de la II Guerra Mundial, pero su guerra ha sido contra el cáncer, y finalmente la perdió pero luchando con más valor que un soldado hasta el final.
Era amigo de la cultura. Tenía carnet de Amigo del Museo Guggenheim, del Museo de Bellas Artes y del Teatro Arriaga. Y además socio de la ABAO, la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera. También estaba con las entidades sin fin de lucro. Su ayuntamiento prestó una lonja a SECOT Bizkaia en Sarriko y una planta entera de un edificio en el Campo Volantín a la Fundación Novia Salcedo, cuyo fundador y presidente de honor Txomin Bereciartua, otro bilbaíno "que deja huella", como lo decía el periódico Deia. El presidente actual de la fundación, Luis Cañada, ha dedicado estos versos a Iñaki Azkuna en Bilbao 24 Horas:
Alkate Jauna
¿Qué es el hombre, qué es la vida del hombre?, un día ya lejano me preguntaba
Ojos que ven para guiar
Oídos que escuchan para dialogar
Labios que hablan para aprender y enseñar
Manos que tocan para sanar y abrazar
Emociones prontas para emocionar
Pensamientos cimentadores de la sociedad
En ese día escribí.
Alkate Jauna
tus ojos guían,
tus oídos dialogan,
tus labios enseñan,
tus manos sanan y abrazan,
tus emociones emocionan
tus pensamientos nos han regalado Bilbao
Todo tú eres una síntesis de emoción y talento, tú eres emotalento.
Iñaki Azkuna, continuando y rematando lo que habían iniciado sus predecesores, ha conseguidoun Bilbao nuevo pero guardando el alma de siempre, un Bilbao resurgido.
Como el mitológico fénix que resurge de sus cenizas. El fénix que también es el símbolo de la basílica de la abadía norbertina de Grimbergen, cerca de Bruselas, que desde el Medievo había sido destruida hasta tres veces, pero cada vez fue reconstruida. El fénix que también figura en las botellas de la excelente cerveza hecha con la fórmula y bajo licencia de los monjes de esta abadía. Quién sabe si Iñaki Azkuna pueda saborear una sabrosaGrimbergen en la casa del Padre.
La foto al principio está sacada de su página en Facebook, donde se puede leer mucho más sobre el “mejor alcalde del mundo”.