‘Un Amor Entre Dos Mundos’, Villarriba loves Villabajo y viceversa.

La magia del cine…sí, yo soy de los que creo que existe. El cine tiene esa cualidad capaz de trascender en las personas haciendo sentir emociones increíbles con sólo un segundo de cinta en el que la magia puede aparecer e iluminar a cualquiera (toma moñada). Lo que nunca me había planteado era la posibilidad de la existencia del otro lado de la moneda, llamémosle “magia negra” si queréis, pero después de ver “El Amor entre Dos Mundos” confieso que me lo he comenzado a plantear. Pude acudir el viernes pasado a videar esta película en un cine del centro. Todo fue bien; es decir, fui, me senté, vi la película y regresé a mi casa. Todo fue normal hasta que unas veinticuatro horas después me encontraba en cama con 39º de fiebre. Y yo me pregunto si fue cosa del cambio de estación, de la lluvia y demás, o realmente tuvo algo que ver esta película.

El título es claro respecto a lo que podemos ver en las casi dos horas que dura la película. Tenemos el amor entre un par de jóvenes muy monos; amor que no entiende de barreras y que tampoco entiende de originalidad. Lo tiene todo, piensa un cliché del género y es probable que aparezca en la cinta. Luego tenemos dos mundos; y sí, así es, el título acierta de lleno porque resulta que la pareja de tortolitos viven uno encima del otro. Son dos mundos que bien podríamos llamar Villarriba y Villabajo; unos son pobres y otros ricos; unos parecen más malos y otros más buenos…bueno eso, y que cada pueblo tiene su propia gravedad que les tira para su propio suelo. Por eso en los carteles y demás aparece uno boca abajo.

Pues bien, la cinta digamos que tiene una premisa curiosa cuanto menos, eso no se lo vamos a negar. ¿Qué ocurre? Pues que “la gravedad siempre gana” (que decía una canción de Radiohead). Si la película es tramposa, las trampas caerán por su propio peso. Pero no, no voy a ir por ahí. Esto es una película no un proyecto de física, así que puedo aceptar que me vendan gato por liebre en el aspecto gravitatorio y que pese a lo azucarado de algún momento a nadie se le suba la sangre a la cabeza. A ver, por supuesto que se buscan la forma de pasar de un mundo a otro…pero aparte de eso ¿qué nos queda? Pues una historia ni siquiera especialmente moñas (just a Little) en la que el director nunca sabe si enfocarlo desde Villarriba o Villabajo porque sigue estando igual de vacía.

Lo mejor de la película es la idea, a partir de ahí todo tenía que haber quedado en una conversación de bar, o de una cena entre amigos. Nunca se debía haber creído que una buena idea vale por sí sola, o mejor aún, que muchos efectos especiales y dólares (canadienses) podían convertirla en una obra maestra, tampoco es el caso. No os dejéis engañar por Kirsten Dunst y Jim Sturgess, ya sé que son muy guapitos y que tienen películas curiosas…pero aquí ni siquiera hacen que la película mejore. No se la recomendaría a nadie pero esto es solo mi opinión. También cumplo con una etiqueta supongo, pero creo que es de las peores películas que he visto en mucho tiempo.