Un año con Sandro

Publicado el 29 junio 2011 por Polo

El próximo 1 de julio se cumplirá un año de la toma de posesión de poder de Sandro Rosell y su Junta Directiva tras el incontestable triunfo de las elecciones el 13 de junio del pasado año.
Sandro cogió un club en lo más alto a nivel deportivo, tanto en el primer equipo como en muchas de sus secciones, pero en cambio heredó un club con un gran desgaste a nivel económico (deuda superior a 400 millones) y un mayor desgaste aún a nivel social, originado principalmente por su predecesor, tan culpable de los éxitos deportivos como de los fracasos económicos y sociales.
Aquel 1 de julio, y a pesar de vencer por más de un 60% de los votos, muchos vaticinaron poco más que el Apocalipsis culé. Un año después el club ha conseguido el mayor número de títulos de toda su Historia, donde destacan los dobletes Liga-Título europeo o Copa en fútbol, basket y balonmano, además de la consolidación, con triplete incluido, de la sección de fútbol sala. A los éxitos deportivos se le suma una acertada política económica, con contención del gasto, con reducción de la deuda y con aumento de ingresos.
Vistos todos estos números en cualquier club de fútbol del mundo este primer año de mandato sería calificado de excelente. En cualquiera, menos en el Barça, porque si somos “més que un club” es también por aspectos como éste. Y en ello somos culpables todos, la Junta Directiva los primeros y grandes culpables, y el famoso entorno en segundo lugar. O quizás esa sea nuestra grandeza, que tenemos la capacidad de analizar las situaciones más allá de lo que dicen los resultados.
Sandro y su Junta han fallado estrepitosamente en tres aspectos: el primero su obsesión, en ocasiones acomplejada, respecto a la anterior Junta y su presidente Joan Laporta, donde tuvo su momento álgido en la famosa “due diligence” y la esperpéntica Asamblea de Compromisarios, con el juicio final a Laporta. Aquello se debió haber gestionado de un modo completamente diferente. Realizado el ajusticiamiento público de sus predecesores el segundo gran error, y obsesión, fue diferenciarse de los mismos evitando continuas apariciones públicas del Presidente. Comparar la capacidad de oratoria y liderazgo de Joan Laporta y Sandro Rosell sería algo así como comparar a Messi con Pepe, pero entre uno y otro hay un término medio.
La primera aparición oficial de Sandro no fue hasta Navidad, y entre medio aconteció algún episodio, como el del caótico viaje a Pamplona, donde debería haberlo hecho, asumiendo el mando de la situación y defendiendo a la institución. Pero en todo el año han dejado que Guardiola asumiera el rol de representante y portavoz del club, con el consiguiente desgaste que ello le ha supuesto.
El tercer gran error, y seguramente el principal y causante de que esta Junta Directiva no convenza ni a sus detractores, ni a sus partidarios ni a los indeterminados, son la comunicación y las formas. Ese ha sido su verdadero talón de Aquiles. Cada decisión que han tomado, la gran mayoría de ellas acertada, ha ido precedida de una pésima comunicación y/o explicación y de unas formas inapropiadas, lo que ha supuesto que dicha decisión automáticamente se interpretara como negativa.
En un contexto de crisis actual, donde vemos como las economías están en recesión, como nuestras empresas han bajado el nivel de ingresos, como nuestros puestos de trabajo peligran o han desaparecido, como sufrimos en carne propia o en conocidos los efectos del paro, como nos cuesta llegar a final de mes, etc… cualquier persona con un poco de conocimiento comprende que el mundo del fútbol, y el Barça incluido, no es ajeno a ello, y que o se toman medidas pertinentes o este modelo de club de los últimos años es insostenible, en especial con una deuda superior a los 400 millones de euros.
El mundo del fútbol está a punto de explotar, como pasó con otras burbujas en años anteriores (la más conocida y sufrida por todos la inmobiliaria) y o el Barça se prepara para superar ese momento o las consecuencias pueden ser imprevisibles. Ya sé que es farragoso hablar y entender los números, pero son la base para luego poder fichar a aquellos jugadores que nos ayudan a ganar títulos, o para pagar a todos los buenos jugadores que salen de nuestra Masía y evitar así que marchen a otros clubes y Ligas con mayores recursos que nuestro club.
Ejemplos de mala comunicación los tenemos por ejemplo en la venta de Cigrinskiy, donde pocos días después de tomar posesión del cargo, el mensaje que se transmite es de que se han visto obligados a hacerlo porque no había ni para pagar las nóminas. Pero el mejor ejemplo de cómo se puede tomar una decisión necesaria y hacerlo con unas formas y una comunicación tan mala, es el recorte presupuestario en las secciones con limitación competitiva a Catalunya en algunas secciones y supresión de la de béisbol incluida.
Recortar presupuesto en unas secciones deficitarias se hace imprescindible en el entorno actual, pero ahorrarse el chocolate del loro suprimiendo una sección que no interesaba a casi nadie hasta que desapareció, así como limitar el ámbito competitivo a Catalunya a otras, además de ir en contra del programa electoral, supuso una torpeza enorme. Haber dialogado previamente con todas las secciones, expuesto el problema, buscado y consensuado soluciones, hubiese ayudado a que las consecuencias hubiesen sido otras.
Porque Sandro ha sido torpe hasta para saber vender el haber conseguido el mejor acuerdo de patrocinio de una camiseta que ningún club de fútbol haya conseguido, no sabiendo siquiera defender al patrocinador que va a proporcionar 30 millones de euros anuales al club, del cual se ha cuestionado el tipo de gobierno del país de origen. Imagino que estos mismos que cuestionan acuerdos con dictaduras, también tendrán la misma ética, por ejemplo, a la hora de evitar consumir cualquier producto producido en China, país de dudosa democracia, ¿no?
Dos han sido los grandes incumplimientos del programa electoral de Sandro Rosell, uno ya comentado anteriormente referente a las secciones, y el otro la subida de los abonos. Excluir del abono el partido de la Supercopa ante el Real Madrid sin que suponga una reducción en el precio significa incrementar el coste final. Y esto es significativamente importante como para haberlo detallado y destacado en el programa electoral.
Su aparición tardía, programada y ya entonces innecesaria, para defender al club de los ataques del Real Madrid y su entorno durante toda la temporada han sido el último capítulo del esperpento de Rosell en materia de comunicación. Sin esperar de él una aparición continua, crispada y bravucona como la de su predecesor, todos sí esperábamos una mayor personalidad en este sentido. Sin embargo, además de ausencia, hemos visto demasiado respeto al rival, llegando incluso a la sumisión. Y el Presidente de uno de los mejores clubes del mundo no debe mirar a nadie por encima del hombro, pero tampoco por debajo, y menos si éste es el eterno enemigo.
Sandro Rosell y su Junta han dirigido al Barça este primer año como si de una empresa se tratara. Y posiblemente eso era lo que el club necesitaba. Pero aparte de dirigirla como una empresa hay que sentirla como un club, més que un club, porque en una Sociedad Anónima los accionistas sólo buscan dividendos al final del ejercicio, pero en un club, como he comentado al inicio del post, no sólo basta con resultados, sino que el sentimiento es igual o más importante que lo primero.
Espero que Sandro haya aprendido esta lección en este su primer año de mandato y consiga enderezar la situación, porque después de sólo un año su gestión ha dejado más insatisfechos que satisfechos.
El Barça es “més que un club” Sandro. Y como tal, hay que dirigirlo. El lema de la campaña era "Tots som el Barça" (Todos somos el Barça). 
Mi sensación es que antes el Barça era de unos pocos y ahora es de otros pocos.
Foto: www.mercafutbol.com