Bueno, ya hemos comido las uvas, celebrado la llegada de un año nuevo y deseado todo lo mejor a los nuestros, familia,
Este año, la verdad es que tengo el convencimiento de que va a ser un año especial, aunque para variar no nos haya tocado la lotería (supongo que a Fabra tampoco pero a Montoro desde luego
De momento no han empezado con buen pié. De Guindos, todo ministro él, va y nos suelta en la Cadena Ser (igual efecto secundario de una opípara comida navideña) que hemos perdido el miedo a perder el empleo, ¡con
Este año he pedido a los Reyes Magos (quitad Reyes si el corazón republicano impide ponerlo) que podamos recuperar la ilusión, las ganas de vivir y sepamos aprovechar el tiempo en el que no tienen más remedio que escucharnos para que los votemos, los unos y los otros.
Estoy completamente seguro de que este es nuestro año. Recordaremos 2015 como el año en el que dejaremos atrás la estafa de la crisis. Un año en el que habrá acabado la tormenta y en el que volveremos a vivir. ¿porqué nuestros políticos habrán cumplido con su deber? No lo creo, mas bien lo será porque habremos sabido recuperar lo nuestro y conseguiremos dar la vuelta a la situación, limpiar la inmundicia y empezar a volar de nuevo aunque intenten callarnos con leyes mordaza y hierbajos similares que no van a darles resultado simplemente porque no tienen sentido.
Hemos de estar atentos a Grecia, al igual que en la antigüedad igual pueden marcar el camino. De momento han conseguido desenmascarar a algunos demócratas que nos dicen que un cambio por las urnas puede ser malo para “los mercados” pero callan ante los sucesos de Ucrania. ¿Esperamos algo de esta gente?
Espero que los Magos cumplan con su parte en la carta que les envié porque nosotros si nos hemos portado bien (bueno, más o menos) Por lo tanto deberían traernos toneladas de fuerza, alegría e ilusión para arrancar un año lleno de esperanza. ¿Vamos a ello?