Con el tiempo, nos fuimos acercando cada vez más y más, hasta que el día de hoy tenemos una linda amistad entre todas. Nos colocamos de acuerdo para cenar, salir a pasear o tomar un helado juntas. Nos reímos, compartimos secretos, lágrimas y mucho más.
El martes, una de ellas, a la que yo era más cercana, se fue de vuelta para su casa. Extrañaba mucho a su familia que estaba muy lejos, por lo que decidió continuar su carrera algo más cerca de su hogar. La voy a extrañar muchísimo. Por supuesto que seguiré escribiéndome con ella y espero verla otra vez.Es impresionante como puedes llegar a estar tan cerca de alguien cuando comparte el día a día. Al convivir, nos conocemos los lados malos y los lados buenos. Aprendemos a tolerar y hasta a querer cada parte del otro. Nunca voy olvidar que solo nos llevo un año aprender a querernos tanto.
Por Lulai Leo desde ArgentinaComo este año comencé mi primer año de universidad, tuve que mudarme de ciudad. Ahora vivo a noventa kilómetros de mi familia. No es mucha la distancia, pero como yo no quería vivir sola mi primer año, con mis padres buscamos una residencia de chicas para mí. Una gran experiencia...
Me mudé a una casa con otras cuatro chicas más. Cada una estudiaba una carrera diferente, éramos completamente diferentes en nuestras personalidades, hasta de lugares distintos del país. Aún así supimos llevar a cabo la convivencia con la mejor onda posible.