La campaña está promovida por la Generalitat de Cataluña, con el apoyo de Ecoembes y Ecovidrio. Estas dos empresas son las encargadas de sufragar la recogida y reciclaje de los envases y del vidrio, respectivamente: pagan una cantidad determinada por cada tonelada de envases o vidrio que se recicla. Y las marcas que comercializan sus productos en envases de plástico o vidrio pagan una cantidad a estas dos empresas, que a su vez distinguen a los envases de dichas marcas con un punto verde, un símbolo con dos flechas entrelazadas. Por tanto, si se depositan en el contenedor amarillo objetos que no están marcados con el punto verde pero si que son de plástico, estos se deben reciclar con un coste extra para Ecoembes, ya que ella no ha cobrado por reciclar objetos que no tienen punto verde. Lo mismo con el vidrio y los objetos lanzados al contenedor verde. Solución: hacer una campaña para recordar a los obedientes ciudadanos que no deben lanzar aquellos objetos que no tienen el punto verde. Y aquí la tenemos. Financiada, no sabemos en qué proporción, con dinero público.
Y es que con su canción pegadiza, con su trío de mujeres a lo virtudes pero en catalán bailando con envases en las manos, su estética retro-reciclada, la campaña estaba destinada a lo que ya se ha comentado antes: a quedarse para siempre. De hecho puede hacerlo, pero por la polémica que ha suscitado. ¿Por qué se tienen que reciclar solo los envases y no se pueden reciclar otros objetos de plástico? ¿Por qué en el contenedor verde sólo podemos lanzar botellas de vidrio o otros envases de vidrio y no bombillas o vasos? Un vaso de Nocilla, ¿ es un vaso o lo podemos reciclar en el contenedor verde? ¿Es mejor reciclar o reutilizar? Muchos ciudadanos aquí en Cataluña se están haciendo estas preguntas. Y no es para menos.
Hay expertos que recuerdan que los objetos a reciclar, a pesar de que se llamen indistintamente plástico o vidrio, no son iguales, no tienen la misma composición química. El vidrio, por ejemplo: dependiendo de su composición se fundirá a una temperatura u otra, y esto depende de la cantidad de componentes que lleven, como el óxido de plomo. Estos componentes, además, pueden resultar muy tóxicos y por tanto no sería recomendable que se utlizasen para hacer botellas de vidrio para el consumo humano. Sería el caso de los cristales de las ventanas, que a pesar de ser vidrio, no podrían ir al contenedor verde por su alto contenido en estos componentes tóxicos.
Des de la Agencia de Residuos de Cataluña se recuerda que la campaña pretende sensibilizar a la ciudadanía para que recicle. En parte es cierto. Pero no se explica bien por qué unos objetos sí y otros no. O por qué unos objetos se aprovechan mejor si van a una desechería. Varios grupos ecologistas, de consumidores y políticos han pedido la retirada de la campaña por confusa. Y han pedido que se debata realmente el modelo que se quiere para conseguir una recogida lo más eficiente posible de la basura y para generar el menor número posible de toneladas de desechos.
Esto es lo interesante de la campaña: que surge la oportunidad de plantearse si no sería mejor adoptar un sistema de reutilizar envases como el alemán, por ejemplo. O por el contrario, sólo se pretende hacer el paripé con el reciclaje y hacer de ello un negocio más, olvidando que somos uno de los países de Europa que más residuos generamos. Y para exigir transparencia en todo lo que concierne al reciclaje. Se nos exige que separemos para reciclar mejor, pero disponemos de poca información de a dónde van a parar los residuos o cómo son aprovechados.