Un anuncio que inspira y emociona: "Dar es la mejor comunicación"

Publicado el 19 julio 2015 por Alfmendiz
En tan solo diez días este spot de la compañía de telecomunicaciones True Move consiguió más de 10 millones de visitas en su página web, y obtuvo reproducciones en decenas de blogs y páginas web, con traducciones a varios idiomas.
A mí me llegó por varios sitios, y todos me lo enviaron para que lo comentara. No podía negarme. Porque debemos difundir las historias que nos enriquecen. Ahora que tantos spots buscan el recurso al humor zafio, a la sensualidad o al materialismo, reconforta descubrir un anuncio sencillo –pero sublime– como éste: un “spot con valores” que está haciendo llorar y pensar a medio mundo, y cuyo mensaje refuerza la línea de comunicación de la empresa: “Dar es la mejor comunicación”.
El vídeo comienza de modo visualmente fuerte: la cámara en movimiento y el montaje dinámico transmiten desasosiego e inquietud. Un niño ha sido pillado in fraganti cuando robaba en un comercio. La dueña le arrincona y le grita, incluso le abofetea. Cuando el niño abre su mano, vemos lo que ha cogido: medicamentos. La dueña pregunta: “¿Y qué pensabas hacer con esto?”. Aún con la cabeza baja, el chico responde: Dárselos a mi madre.
Es ahí cuando aparece el protagonista de la historia. El dueño de un bar cercano ha visto y escuchado todo, y decide intervenir. Pide calma a la señora y pregunta al niño: “¿Tu madre está enferma?”. El niño asiente, compungido. Y el hombre muestra un gesto de inmensa magnanimidad: paga las medicinas a la dependienta y se las entrega al niño junto a una sopa vegetariana para su madre…
Este arranque presagia un relato lleno de emociones. Porque pasan los años, y esa referencia a las medicinas –sembrada con acierto en el guión– se convierte en un leit motiv narrativo y temático muy hondo, algo que provoca un giro sorprendente y conmovedor. No voy a contar la historia. Quiero que tú la veas y la sientas personalmente, que saborees su delicadeza y su ternura. Hasta llegar al final.
Ciertamente, hacen falta anuncios con valores. Anuncios que aporten optimismo y esperanza, que nos iluminen y enriquezcan. Porque el ser humano necesita de vez en cuando chispazos de luz interior; necesita sentir que en la vida hay algo más que triunfar o poseer. Quizás por eso hoy se habla tanto de Publicidad emocional: porque los anuncios sólo conectan con nosotros si hablan de nuestros deseos y nuestras emociones. En los anuncios –hoy como siempre– debemos descubrir quiénes somos, y en historias como ésta descubrimos nuestra mejor y más profunda identidad.
Un diez a esta emotiva campaña.