El radiofonista Andrés Moreno Saura, quien este viernes fallecía en su domicilio de Murcia a los 70 años, era uno de los mejores compañeros –y sin embargo amigos, como a él le gustaba decir– que uno puede tener a lo largo de su vida. Cartagenero hasta la médula, californio sanjuanista, era además un perfeccionista del sonido, amante de la buena radio y de la mejor música.
Uno se fijaba mucho en sus comienzos en él. Su escrupulosidad a la hora de trabajar, su pulcritud, su buen hacer, eran signos que trasladaba a su propia vida diaria. Junto a ello, era una enciclopedia viviente. Te sorprendía recordando a veces episodios pasados, tan lejanos en el tiempo, que te remontabas a etapas pretéritas.
Sus grabaciones de conciertos eran una delicia de las que Radio Clásica se nutría muy a menudo.
Andrés siempre estuvo ahí, aun a pesar de que se jubilara hace algunos años. Para todo y para todos. Cada vez que lo necesitamos, dio un paso al frente. Era uno de los tipos más generosos que te pudieras encontrar.
Sus compañeros de RNE en Murcia lloramos hoy la pérdida de alguien que nos enseñó como pocos a amar la radio. Descansa en paz, compañero y sin embargo, también, amigo y camarada.
[‘La Verdad’ de Murcia. Edición digital. 17-2-2017]