Hay libros que llegan en el momento justo, en el instante oportuno, cuando más los necesitas. Hacía tiempo que no disfrutaba de una historia familiar y hacía tiempo que esperaba una novela que me hiciera ese nudo en el estómago. Llevaba meses con ganas de leer 'Un árbol crece en Brooklyn', de Betty Smith, y ese momento por fin ha llegado. Creo que han sido cuatro semanas de lectura en las que no he parado de leer, pero tampoco tenía ninguna prisa de despedirme de la peculiar familia Nolan.
'Un árbol crece en Brooklyn' arranca a principios del siglo XX, cuando Brooklyn era el barrio más pobre de Nueva York y sus habitantes se quitaban el hambre como podían, la mayoría de las veces a puñetazos. Francie Nolan es la mayor de dos hermanos y una hija prácticamente ejemplar que lucha por ser la favorita de su madre. Francie se rodea de libros para escapar a mundos maravillosos y lejanos, en los que la mediocridad, el alcohol y el hambre, no existen.
Pero Francie no está sola. Como decía antes, vive con su padre, su madre y su hermano, además sus peculiares tías (sobre todo Sissy) y su abuela materna también son importantes para un relato que evoluciona, como lo hacen los tiempos en los que viven, y en el que las mujeres de la casa se convierten en protagonistas absolutas.
Todos los personajes que componen este relato son importantes, pero Francie, su madre y la relación que tienen, son el eje de una novela que hace sufrir, que emociona y que también saca sonrisas cuando el lector menos se lo espera.
'Un árbol crece en Brooklyn' no es una lectura rápida, ni trepidante, tampoco tiene acción (tal y como la conocemos y la entendemos en la ficción), pero tiene algo mucho más importante: tiene alma.
Esta es una novela especial, para disfrutar en momentos especiales, esos en los que necesitamos que la lectura, un libro en concreto, sea un refugio al que volver cada día.
Valoración Goodreads: ⭐⭐⭐⭐⭐
(El mejor de 2019).