'Un árbol crece en Brooklyn', de Betty Smith

Publicado el 29 septiembre 2011 por Xula

Un árbol crece en BrooklynBetty SmithISBN: 9788426416780
Formato: Tapa blanda - 512 Págs. Editorial: Lumen
¡Buenas a todos!
Ya casi estamos acabando el mes, y muy al límite os traigo la reseña de esta lectura conjunta en la que he participado. La iniciativa es de La caverna literaria junto con El universo de los libros, y puesto que ya hacia algunos años que quería leer este libro, me decidí a apuntarme.
Para saber más de la autora, AQUI
Argumento
Un árbol crece en Brooklyn narra la historia de la familia Nolan, y más concretamente en la infancia y juventud de la hija mayor, Francie. Hija de inmigrantes europeos instalados en este barrio de Nueva York, vinieron huyendo de la pobreza para encontrar la misma situación en el nuevo mundo.
La lucha contra la mediocridad y la pobreza, la adaptación social y económica, marcan la vida de Francie que asume desde muy pequeña que la educación la ayudará en un futuro.
Estructura, ambientación y estilo narrativo
La novela se divide en 56 capítulos que narran pequeñas anécdotas de la vida de Francie Nolan. Por ello, la longitud de cada uno es variable según el recuerdo concreto al que se refiera.
De forma general, los hechos se cuentan en orden cronológico, siguiendo el crecimiento de la protagonista, aunque en las primeras páginas presenta a la niña para luego retroceder hasta su nacimiento.
Toda la novela está ambientada en lo que actualmente es el barrio de Brooklyn, a pesar de que en aquella época se marcaba claramente la diferencia entre Nueva York y este enclave en el que únicamente vivían inmigrantes.
El estilo es sencillo, sin excesos ni florituras. Se encuentra narrado en tercera persona, aunque claramente enfocado en el personaje de Francie. El ritmo es fluido dentro de cada capítulo narrando un recuerdo concreto, aunque al tratarse de una historia familiar, no tiene un hilo argumental concreto y el desarrollo general puede parecer lento.
Personajes
Francie, se la hija mayor de los Nolan. Ya desde muy niña ve la vida de un modo diferente, con una madurez que solo se adquiere con la lucha diaria, cosa que muchos niños no consiguen.
Gran aficionada a las letras casi desde que nació, sueña algún día con tener su propio libro. Con una vida tan austera, donde en algunas ocasiones apenas hay dinero para comer, no tiene juguetes ni cuentos, y lo que más desarrolla es la imaginación. Destaca en el colegio por su gran habilidad para escribir.
Neely, es el hermano pequeño de Francie. A pesar de llevarse solo un año, no es tan observador ni tan maduro como ella. Quizá por ser el preferido de su madre tiene una tendencia un tanto egocéntrica e infantil, aunque aprecia a su hermana y la protege como si fuera el mayor.
Johnny Nolan, el padre de la familia es camarero y cantante. A pesar de tener grandes facultades, su afición por la bebida le pierde, dejándole sin trabajo en muchas ocasiones. Sin embargo, es un padre amante y cariñoso, atento con su mujer y sus hijos, pero sin remedio.
Katie, la madre, es una mujer de carácter fuerte. Casi desde el inicio de su matrimonio comprende la situación en la que vive y se propone firmes objetivos para que sus hijos no tengan la misma vida. Trabajadora ante todo, en ocasiones no da el amor y cariño que Francie necesita.
A lo largo de la novela también pasan muchos personajes, como los numerosos tíos de la familia. Se puede destacar a la tía Sissy, cuya presencia es casi constante dado el cariño que le tienen los niños. Se ha casado numerosas veces y todos sus hijos han nacido muertos. Esta desgracia la lleva a tratar a los hombres como objetos, y su alegría y promiscuidad provocan que se la tache de mala mujer en aquella época.
Mi opinión
Si escribo tan tarde la reseña de esta lectura conjunta es porque en el fondo me ha costado bastante leerlo. Y no porque no me gustara, sino porque creo que al comenzar a leerlo me pilló en un mal momento.
Además, estoy acostumbrada a “sorber” los libros rápidamente, y esta es una novela que requiere paciencia y tranquilidad. Sobre todo porque no tiene un hilo argumental concreto: es una recopilación de experiencias y recuerdos de infancia, saltando de una situación a otra por motivos aleatorios.
Aunque sin duda, lo que me ha hecho engancharme finalmente a la historia son los personajes, que son lo mejor que nos ofrece. Todos están muy bien definidos, y al utilizar un narrador externo, en ocasiones nos puede ofrecer los pensamientos de varios de ellos, sin centrarse solo en la visión de la niña.
Además, la novela es muy detallista. La mayoría de las cosas que ocurren las ve una niña, que aunque muy espabilada para su edad, aun desconoce bastante. Así que se fija en cosas muy nimias, detalles y conversaciones que pueden parecer superficiales, pero son las que le dan carácter a la obra.
A pesar de la madurez que se ve en el personaje, también tiene algunos aspectos muy tiernos e infantiles. Por ejemplo, ella sabe (porque se lo ha dicho su madre) que la educación la sacará de la miseria. Así que cuando comienza en la escuela y aprende a leer, se propone terminar un libro de la biblioteca cada día, siempre por orden alfabetico.
En ocasiones, sucede que se insinúan cosas. Cosas que Francie aun no es capaz de comprender, pero narrando la escena tal cual se produce se entienden. Como por ejemplo, la escena del “incidente” de los preservativos de la tía Sissy, en la que ella piensa que son globos y no entiende el enfado de su madre. O la costumbre de decir que su padre está enfermo, cuando en realidad sabemos que esta borracho como una cuba.
Evidentemente no es un libro para leer a las carreras, sino para saborearlo pagina a pagina, ya que no hay necesidad de buscar un final. Desde el principio ya se intuye que no vamos a pasar en ningún sitio, seguramente la historia de la vida de Francie quedará abierta. Pero mientras tanto lo disfrutamos igualmente.
Es bastante posible que se trate de una autobiografía, ya que las fechas en las que fue escrita y algunos aspectos de la vida de esta autora no dan que pensar. Francie es sin duda Betty Smith, ya que su vocación como escritora y su dura infancia nos lo sugieren.
Al final de la novela, cuando Francie crece y ya es adolescente, para mí no tienen tanta magia. Es cierto que se lee más rápido (y es un tramo mucho más corto del libro), pero no tiene la gracia de la infancia. Supongo que tiene mucho que ver con que cuando eres niño el tiempo te parece infinito (y mágico), mientras que al hacerte adulto pasa demasiado rápido.
Ni que decir que es un libro duro, pero también es muy bonito. En ocasiones no puede evitar sonreir ante situaciones o pensamientos de los personajes, y en otros te dejan hundido o indignado por lo que podria haber sido, por los estragos que causa la pobreza, y de la que es tan difícil salir.
Ahora que ya conocemos un poco más la historia y el contexto, son inevitables las comparaciones. Y creo que este fue otro de los motivos por los que me ha costado, porque me recuerda demasiado a “Las cenizas de Ángela”. A pesar de que este otro se sitúa en Irlanda y luego emigra a América como gran sueño, tienen en común un padre bebedor, un niño incomprendido, la pobreza, los sueños de un mundo mejor, la pasión por la educación…
Para mí, Las cenizas de Ángela, es un libro mucho más duro, que no traspira tanta ternura como este otro. Pero creo que me gustó más. No puedo decir que sea ni mejor ni peor, porque hablando de historias reales, no tengo derecho a juzgar una vida más “entretenida” o “novelística”. Pero quizá la narración sea mejor en el primer caso.
Casi por último, me gusta siempre encontrarle el sentido al título. En este caso es fácil, porque según comenzamos ya nos da las razones:
"Un árbol crece en Brooklyn. Algunos lo llaman el árbol del cielo. Caiga donde caiga su semilla, de ella surge un árbol que lucha por alcanzar el cielo. Crece en solares delimitados por tablas entre montones de basura abandonada. Es el único árbol que crece en el cemento. Crece exuberante...sobrevive sin sol, sin agua, hasta sin tierra, en apariencia. Podríamos decir que es bello, si no fuera porque hay tantos de su misma especie."
Porque esta es una historia de inmigrantes y pobreza, de la fortaleza que te hace salir siempre del atolladero y llegar a tus metas.
He leído que hay una película, no sé si estará traducida al castellano, pero seguramente la buscaré. Ponerle cara a Francie tiene que ser genial.
Para mí es un libro absolutamente recomendable, aunque dependiendo del momento. Al principio cuesta un poco entrar en la historia, y puede que baile demasiado con los personajes, pero luego te enganchas a esta niña y no sales.