Un arte inmortal

Publicado el 20 enero 2013 por Ruta42 @ruta42

Interior del Teatro Lara. Foto de Eva Calonge.

Se abre el telón. Sobre las tablas, una escenografía más discreta y un reparto más reducido. Entre bambalinas, nervios y energía, ímpetu y convicción, genio y vocación por el arte y el ensueño. Acomodado en sus butacas, el mismo público impaciente a la espera de un espectáculo que le sumerja en un nuevo cuento. En el ambiente, latentes, el desengaño y el pesimismo de quienes viven la realidad de este país, nublados durante unos minutos por la ilusión y la fantasía de la farándula.

En España, según datos del Ministerio de Cultura, el teatro mueve cerca de 250 millones de euros al año y da trabajo a unas 20.000 personas; no obstante, la nueva política de austeridad y privación no ha tenido tampoco compasión por la cultura y las artes.

Junto con el resto de sectores culturales, el teatro ha tenido que hacer frente a importantes recortes presupuestarios públicos, que afectan tanto a la producción como a la distribución teatral —las ayudas convocadas por el Ministerio de Cultura a la difusión del teatro y del circo y a la comunicación teatral y circense correspondientes al año 2012 son de 5.205.960 euros, frente a los 7.411.960 euros destinados a este mismo fin en 2011—. A esto hay que sumar la importante disminución de las programaciones municipales (-50%) y el reciente incremento del IVA —del 8%  al 21%— en el cine y el teatro.

Exterior del Teatro Lara. Fotografía por Eva Calonge.

Todo ello ha supuesto una dificultad añadida a la viabilidad económica de las producciones escénicas que FAETEDA —Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza— ha denunciado tenazmente. Dicen en sus comunicados ser conscientes de la necesidad de hacer un “esfuerzo solidario con el conjunto de la sociedad para superar el actual momento de crisis”, pero expresan su más “absoluta convicción de que la cultura en general y el teatro en particular deben tener la consideración de servicio público”.

En este ambiente, FAETEDA y la Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de Titularidad Pública han creado una comisión mixta permanente que se reunirá mensualmente para encontrar “acciones y estrategias frente a las consecuencias de la crisis económica”.

Pero, frente al temor de caer en el abismo cultural, el ingenio y la creatividad renacen con más fuerza y frescura y los actores se cobijan en el escenario, tras la cuarta pared que forman las miradas expectantes de su público ante un mal que les une: la crisis.

Dos historias, una misma realidad 

La cultura eligió al teatro como su medio de trasmisión al mundo. Ya en la Antigua Grecia encontramos los orígenes del entonces llamado “arte dramático”, que había evolucionado desde los rituales religiosos de la prehistoria hasta lo que hoy entendemos por teatro. El público pasó de participar activamente en los ritos a ser sólo un observador, naciendo así una nueva relación comunicativa para la trasmisión de valores. Sófocles, Eurípides o Aristófanes abrieron la caja de Pandora, la magia fluyó por el aire y enseñaron a los hombres a soñar. El teatro cobró vida, y al igual que los hombres, creció, aprendió a adaptarse a los cambios; se reinventó una y otra vez con los pasos de los años, pero la esencia permaneció intacta.

Cecilia Freire y Jesús Caba presentando su últma obra de teatro “Huevo” en la Sala Mirador en Madrid. Fotografía Isabel L. Marrupe

Más de dos mil años de batallas, de guerras, de crisis y revoluciones, pero también de historias de amor, de fantasía y diversión. Es la magia del teatro, “te embauca, te guía y te muestra una realidad, ficticia o no, repleta de valores que quieren llegar a ti; la cultura es eso y el teatro el mejor ejemplo”, asegura  la actriz Cecilia Freire. La situación actual es compleja y especialmente difícil en el sector cultural, como Cecilia, muchos otros actores ven en el teatro la salida para seguir haciendo lo que les gusta y apasiona.

El teatro no se puede piratear y es la única salida para seguir haciendo cultura, pero la cultura que nosotros queremos, la que esté al servicio del pueblo; y ahora con los recortes, la única opción es hacerla nosotros mismos”, comenta el actor español Jesús Caba.

La situación de ambos representa las dificultades que atraviesa actualmente el teatro y su actitud, el espíritu de superación. “Es el momento de reinventarse, de hacer cosas nuevas, de salir adelante, y el teatro es el medio más propicio para llevarlos a cabo.

Esta es la primera parte del reportaje sobre la situación actual del teatro en nuestro país que hemos realizado. El próximo domingo publicaremos la segunda y última parte de “Un arte inmortal”. La cultura es uno de los sectores más afectados en nuestro país por la grave crisis económica. El teatro esta dando cobijo y siendo la solución para jóvenes actores y actores consagrados para llevar a los escenarios toda su pasión e ilusión por esta profesión.

Isabel L. Marrupe

Marilyn Dos Santos Orfao

Isabel L. Marrupe

Estudiante de periodismo inconformista y algo soñadora. Construyo un mundo con pequeños detalles, donde la fotografía y las letras son los grandes protagonistas.

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