En el Siglo XVIII, la joven Carolina Matilde debe casarse con el rey danés Christian VII. Ella no tardará en descubrir los bruscos cambios de humor que aquejan al rey, que es capaz de ser insoportablemente despreciable, rápidamente ella comenzará a profesar un odio extremo a su marido, y cuando nace su primer hijo prácticamente dejarán de verse. Todo cambia, y se complica, cuando el alemán Friedrich Struensee pasa a ser el médico personal del rey, además de su amigo y consejero personal. Struensee es un hombre inteligente y culto, que tiene innovadores ideales ilustradas. Un amor irrefrenable surge entre la reina y el médico, y desde la sombra, manejando al rey conseguirán implantar un gobierno más justo para todos.
A Royal Affair no es únicamente una historia de enredos en la corte, es una historia de amor poderosa, y sobre todo una lucha contra la barbarie primitiva que asola toda Europa. Como si de Sebastián Castellio se tratase, Struensee lucha contra su particular Juan Calvino, la libertad contra la opresión más estricta. Por supuesto su lucha no será fácil, y sus adversarios tratarán de desacreditarlo en el ámbito político atacando su vida privada con la reina. De esta forma el drama está servido.
Las interpretaciones son sensacionales por parte del reparto completo, pero concretamente el trío protagonista brilla con especial fuerza. Mikkel Boe Folsgaard fue el ganador en Berlín por su interpretación Christian VII; su papel se prestaba a idiotizar el personaje hasta extremos exagerados, una especie de Rey Pasmado, pero su comedida actuación consigue un personaje muy humano del cual nos podemos compadecer e incluso apreciar. Mads Mikkelsen ya se ha consagrado como un excelente actor, y por si fuera poco este mismo año estrena dos películas, la que nos ocupa, en la que hace un papel excepcional, y The Hunt de Thomas Vinterberg. Y por último la joven Alicia Vikander, que con unos veintitrés años se aventura a realizar un papel complejo y difícil. El maniqueísmo no está presente en ningún momento en los personajes que pueblan el film, todos tienen matices y complejidades perfectamente llevadas por el guión y por los actores.
El guión está perfectamente medido, es pulcro y contenido, lleno de inteligentes sutilezas que en varias ocasiones nos adelantan lo que vamos a ver a continuación. Todo en A Royal Affair parece funcionar con precisión para dar una obra sublime, a lo que también se suman el montaje, la fotografía y la música. Pero si hay un campo en el que destaca este film es en la sobria dirección que pone en conjunto todos los aspectos. Inteligente y excepcional obra.
Cameo edita tanto en DVD como Bluray esta gran película con más de una hora de extras, entre los que destaca entrevistas a los actores y al director, y una calidad de imagen y sonido excelente.