El asalto, en el que intervinieron unidades de élite del Ejército de Israel, causó la muerte de 19 activistas y 36 heridos, al igual que de una veintena de detenidos, que fueron trasladados a una prisión del sur de Israel, según diversos medios de comunicación internacionales.
La “Flota de la libertad”, llevaba medicamentos y medicinas a la Franja de Gaza.
Según informó la agencia alemana DPA, cuatro soldados israelíes resultaron heridos, uno de ellos grave, tras ser herido en el estómago.
Medios turcos y de la cadena de televisión Al Yazira hablan de hasta 16 muertos y de varias decenas de heridos.
La violenta acción militar israelí, producida en aguas internacionales, provocó la inmediata condena internacional no solo de los países árabes sino también de los 27 integrantes de la Unión Europea y de Turquía, a cuya bandera pertenece el barco atacado, por lo que Ankara retiró su embajador de Israel.
La justificación dada por el portavoz del Ejército israelí, Avi Benayahu, fue que los comandos israelíes encontraron una “resistencia violenta, casi sin precedentes”, cuando al abordar los barcos fueron atacados por activistas con cuchillos, palos y barras de hierro.
Según el ejército, uno de los activistas trató de robar el arma de uno de los soldados y la vida de los miembros del comando estaba en peligro “tangible” poco tiempo después de abordar el barco, por lo que los soldados se vieron obligados a utilizar material antidisturbios.
“No encontramos activistas por la paz. Era gente muy violenta”, dijo el portavoz israelí afirmando que lo que se produjo fue “casi un linchamiento”.
Sin embargo, la portavoz del movimiento “Free Gaza”, Greta Berlin, afirmó que las cerca de 20 cámaras del barco muestran a los soldados israelíes abriendo fuego contra los civiles cuando bajaron del helicóptero.
“Desde el primer minuto en que pusieron el pie en el barco empezaron a disparar”, dijo Berlin.
Los ataques se produjeron en el barco con bandera turca “Mavy Marmara”, el más grande de los seis que componen la flota, que fue abordado a las 4.30 hora local (22.30 de Argentina) cuando se encontraba a 65 kilómetros de la costa de Gaza, en aguas internacionales.
El comando descendió de un helicóptero inmediatamente después de que los barcos hubiesen cambiado el rumbo a medianoche para evitar enfrentamientos nocturnos con el Ejército israelí.
Imágenes tomadas desde el barco militar israelí
Comandos especiales de la Marina israelí habían preparado desde el sábado la puesta en marcha de una gran operación para impedir que los casi 700 activistas que integran la flota accedieran a la Franja con 10.000 toneladas de ayuda humanitaria.
La flota fue organizada como un gesto internacional para exigir el levantamiento del bloqueo israelí a Gaza, que dura ya tres años y que impone a la población palestina condiciones humanitarias extremadamente difíciles.
Israel mantiene bloqueada la entrada de algunos productos básicos, material sanitario, educativo y de construcción en respuesta a la toma del poder por parte del movimiento islamista Hamas en la Franja tras ganar las elecciones legislativas
Así fue el testimonio de Manuel Tapial, uno de los activistas que viajaba en la Flota de la Libertad, antes del ataque del Ejército de Israel.
Estas fueron las palabras Manuel Espinar, padre de Manuel Tapial, tras el ataque y la detención de los activistas.
Por último, los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas deploraron hoy el ataque, y pidieron a Israel que dé explicaciones sobre lo sucedido y abra una investigación, además de reclamar que levante el bloqueo contra Gaza.
“Subrayamos la importancia de que se produzca una investigación completa sobre lo ocurrido”, señaló el subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, el diplomático argentino Oscar Fernández-Taranco, en su intervención ante el Consejo de Seguridad, informó la agencia de noticias DPA.
Agregó que “es imperativo que Israel proporcione acceso a los detenidos (tras la operación) de acuerdo con los estándares legales internacionales” y añadió que la ONU pide “a todas las partes que observen la ley internacional, incluida la ley humanitaria y la del mar”.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió hoy con carácter de urgencia, a petición de Turquía y Líbano, ambos actuales miembros no permanentes del máximo órgano de decisiones del organismo, para tratar la crisis creada tras el asalto israelí a una flotilla internacional de asistencia humanitaria frente a las costas de Gaza.
Me pregunto si la ONU esta vez tendrá un peso medianamente serio en el conflicto, y no como lo viene haciendo hace años. El repudio no termina con la palabra, sino con las acciones. Con el sentido humanitario. Que la historia así lo demuestre.