Hay algo muy nuestro, gastronómicamente hablando y es el tapeo. Salir de cañas y picar algo. Los ingleses tienen el brunch y nosotros el salir de tapas. Madrid es un sitio perfecto para hacerlo, tanto si eres de aquí como si estás de visita. Multitud de locales y estilos, barrios enteros para rutear de bar en bar, pero desde hace un mes la capital cuenta con un nombre nuevo en la lista, moderno, bien situado y con elegante sencillez. Además, puedes ir Sin Reservas…
Hablamos de un concepto que se está extendiendo, los gastrobares, que a priori tiene cierta carga snob y subida de tono. Un acierto que no ocurra así en el local de la familia Román, donde de estirados y elitistas no tienen nada. Una cocina con denominación de origen (porque las tapas también son alta cocina) y un cuidado detalle tanto en la decoración como en la distribución del bar, son dos señas de identidad que destacan a primera vista. Si miramos con más detalle descubriremos que la carta de vinos y la atención personalizada son otros alicientes.
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© Sin Reservas
A espaldas del Retiro, lo que viene muy bien para relajar posteriormente la pitanza que hayáis degustado, encontraréis haciendo esquina el chaflán del Sin Reservas, con una imagen corporativa soft en el exterior, pero es que lo interesante está en el interior. Entre industrial y vanguardista, el local nos invita a acercarnos a la barra nada más entrar (un acierto) y en ella nos encontraremos una buena selección de vinos por copa y un amplio repertorio de bebidas para combinados que nos llamarán poderosamente la atención. No tengáis prisa, no parece que haga falta, el local pide a gritos que te sientes y revises tranquilamente la carta.
Si lo haces mirando a la calle, tendrás un rincón perfecto donde desayunar en inverno (abren desde primera hora de la mañana hasta las 02:00 de la madrugada) y os ofrecerán una variedad amplia de panes en los que degustar tostadas de distintos tipos: aceite, tomate, queso, sobrasada, atún y orégano…
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© Sin Reservas
Las mencionadas tapas, son uno de sus atractivos y es que en su carta podremos encontrar exquisiteces como la Tosta de crema de sobrasada mallorquina con miel de caña de motril y cosas tan sencillas pero suculentas como un calamar en dos texturas. Para los que tengáis aprensión a la gastronomía minimalista, el sitio no os defraudará por la relación calidad-precio-tamaño y eso ya es un grado en esto de los bares de diseño. Juan Moreno, es el responsable de que los fogones produzcan el repertorio que ofrece el local y reconozcámosle tras la degustación de esta entrada, que se merece algo más que una palmadita en la espalda.
También tenéis raciones como los típicos huevos rotos y las tablas de quesos que el propio Álvaro explica mientras prepara (para algo fue maitre de Poncelet Cheese Bar durante dos años) o platos principales al uso, un exquisito solomillo que cambia de guarnición por temporadas por poner un ejemplo, pero os hacemos una recomendación sobre las primeras: probar el Chanquete de la Huerta. Preguntar lo que es después de catarlo y sorprendeos.
La verdad es que en una entrada como esta, uno se expone a acabar dando recetas de los marinados, en plan programa de cocina de la tele, pero nos arriesgaremos a recomendaros un menú que os debería gustar:
- José Pariente (Blanco, Rueda)
- Izadi (Tinto, Rioja)
- Tartar de salmón con guacamole
- Kebab de carrillera y salsa de yoghourt
- Tosta de solomillo ibérico con cebolla caramelizada
- Berenjena frita con miel de caña
- Bacalao quemao
El Sin Reservas es una empresa familiar, dedicados desde cuna a la hostelería. Han querido aunar el sabor de la comida tradicional mediterránea (su apuesta por la Huerta de Europa, su Almería natal como proveedor de productos frescos y seleccionados, así lo atestigua) con los repertorios más entusiastas en cuanto a innovación de sabores, haciendo un maridaje perfecto entre suculenta cocina y buen vino.
Qué os pensabais, que allí todo es comer y más comer? No, la carta de vinos es altamente recomendable, pendiente de incorporar algunos blancos todavía, pero muy interesante en la recopilación de algunas de las mejores botellas del país: Aalto, Vallegarcía, Juan Gil, Paco y Lola… Pero un apunte, si os es posible, probar Pago de Carrovejas. Nos lo agradeceréis…
Tal vez, sólo tal vez y digo esto con aprensión por el que os tenga que aguantar con media botella de vino encima y además querer tomar unas copas, sois de los que preferís enlazar la comida con la cena y acabar tomando unos gintonics en el mismo bar. Tanto si es así, como si buscáis un sitio donde empezar la noche, también podrán ofreceros acomodo en este local. Los afterwork de Sin Reservas, empiezan a media tarde y duran hasta el cierre, con copas desde 5,50 € y aunque encontraréis un poco de todo, al gusto alcohólico del consumidor, su especialidad es la ginebra (atentos adictos al Instagram) que podréis degustar en variados combinados y con aderezos de todo tipo: pimienta rosa, cardamomo, bayas de enebro, regaliz, estrellas de anís, pétalos de rosa, frutas, pepino…
Amigos, si a estas alturas no estáis salivando, no tenéis gusto ni perdón de los dioses.