No hay muchos barrancos que permitan recorrerlos de principio a fin, desde su muerte (en otro barranco) hasta su nacimiento en una(s) cárcava(s). Por eso no desaprovechamos ocasión de hacerlo, antes de que lleguen las lluvias (así evitamos riesgos).
Este barranco de Puebla de Valles (sin nombre) muere en el arroyo Valdelacasa. Lo cogemos en un recodo del camino de Porcivera (paralelo al arroyo) y lo seguimos aguas arriba; hacia abajo el barranco es poco interesante.
El principio es poco prometedor, un cauce de gravilla en ligera subida que avanza entre jaras y pinos. A la salida de una curva, robles en las laderas, el cauce que se empina y aparecen dos barranquillos con su correspondiente cárcava; esto mejora.
Seguimos cuesta arriba y la pendiente aumenta, el cauce se estrecha invadido por la maleza y el caminar se hace más pesado. Y de pronto nos topamos con una preciosa cárcava que parece el origen del barranco, aunque intuimos que no está sola; nos falta comprobar que es así.
El paseo ha durado veinte minutos en los que hemos recorrido quinientos metros. Sólo por las vistas, ha merecido la pena, pero aún hay mucho más que contar. Puebla de Valles y sus cárcavas están llenas de sorpresas.
Lar-ami
Archivado en: Actualidad, Paisajes y lugares Tagged: actualidad, cultura, Historia, naturaleza, Puebla de Valles, Sierra Norte