¡Qué magia tiene esto del Bloguer@ Invisible! ¡Esta Kayena es una genia! Primero, la ilusión de elegir el libro que enviarás, de preparar el paquete, de pensar qué mandarás junto al libro (aunque a veces se cuelen manos pequeñas ajenas que meten un puñado de caramelos...), de esperar el mail que te confirme a quién tendrás que enviarlo. Luego, la prisa por llevarlo a Correos. Que, por cierto, este año para mí ha sido todo un desafío, porque entre los días que pasamos fuera y que las fiestas han caído en mitad de la semana... al final me tocó salir corriendo el día 30 por la tarde a enviarlo. ¡Y porque me avisaron de que el día 31 no abrían que si no....! En fin. A continuación llega la emoción de cuándo aterrizará tu regalito. Abrir el buzón todos los días esperando el paquete o que te tiemble el corazón cada vez que tocan al timbre cuando no lo esperas y desear que sea la cartera. Y de repente, el día 7 por la mañana.
¡Ding dong! (bueno, mi timbre no hace así pero si pongo brrrrrr a lo mejor no se entiende lo que quiero decir)
¡Ay, madre! ¡Es la cartera! - Espera, que no encuentro las llaves para abrir la puerta. - Vale.¡Ay! ¿Dónde estás mis llaves? En el bolso. ¿Y dónde está mi bolso? Con el jaleo que tuvimos ayer con el cumpleaños de la niña... ¡vete tú a saber! Piensa, piensa, piensa.... Busca, busca, busca.... (Un eterno minuto después) ¡Ya está! ¡Lo tengo! ¡Las tengo!
- Ya voy, ya voy, ya voy.... - Vale. - Ay, perdona. Es que no encontraba las llaves - ... - ¡Ay, qué ilusión! Es un libro, ¿sabes? - ... - Bueno, pues nada, muchas gracias.... - De nada. Buen día.
Cierro la puerta.
- Mamá, ¿qué libro es? ¿Me dejas abrir a mí el paquete? Déjame, por favor. Déjame, déjame, déjame... (y así hasta que uno es capaz de soportar) - Vale, pero con cuidado que no es un libro... ¡es un regalo! - ¡Un regalo?? -dice Lucía con los ojos muy abiertos-. ¿Para mí? - No, para ti no. Tú ya tuviste ayer los tuyos. Hoy me toca a mí. - .... Bueno, pero lo abro yo. - Vaaaaale....
¡Ay! ¡Que el paquete viene de Málaga!
- ¡Mamá, mamá! Aquí pone "para Lidia" - Claro, ya te dije que era un regalo para mí...
- Bueno, Lucía, pues abre el paquete a ver qué es...
- Mamá, ahora te toca a ti... Tienes dos cosas...
Y la segunda cosita es una felicitación super especial.
- Mamá, ¿tu amiga se llama Meg-Ca-zan-do-es-tre-llas? - Sí. - Pues es un nombre un poco raro... ¿Y ella también tiene un "bloc"? - Sí, ¿quieres verlo? - ¡¡Claro!! Que la chica del cazamariposas es preciosa. - Mira. Es este. - ¡Qué bonito! - Venga, vamos a darle un beso bien fuerte a Meg... ¡que nos han encantado sus regalos!!
- ¡¡Gracias, Meg!!! Mamá, y ahora... ¿me puedo comer la piruleta? - Anda.... ¡tira para el salón!
No se puede pedir más. Solo agradecer a Meg sus detallazos y Kayena que un año más le haya echado horas a este evento tan lleno de magia. Nos seguimos leyendo.