Puede escuchar el texto al final del artículo.
Se trata de vender. De conseguir visitas y recolectar clicks. De tener un buen ranking con el que impresionar a los posibles clientes para que contraten publicidad. Siempre la publicidad, que en los medios de comunicación crea silencios y mentiras para conseguir una cuenta de resultados desahogada que, como consecuencia inmediata, desenmascara la supuesta libertad de expresión y de información y muestra un servilismo que en más ocasiones de los que los forofos de tales medios suponen, deriva hacia una esclavitud que castra la libertad y engaña a lectores y espectadores.
En el mundo de la información y el entretenimiento la fauna de depredadores y carroñeros es verdaderamente variada y abundante. Gente sin escrúpulos que no ofrece una sola disculpa cuando la información que ha publicado resulta ser falsa y ha hundido la reputación de cualquiera, y que acude al olor de la sangre cuando un asesinato, una violación, o una trama pergeñada por un degenerado tiene posibilidades de vender portadas y abrir programas e informativos que levanten un share, eleven las visitas a una web, o vacíen el stand de tal o cual periódico en su lugar de venta.
No es de extrañar que el padre de la asesinada Diana Quer reprochase recientemente a Ana Rosa Quintana que ésta anunciase en su programa-basura de las mañanas de Telecirco la “impactante exclusiva” de la reconstrucción de las últimas horas en la vida de Diana. Recordemos que cuando sucedió el asesinato de la joven y la posterior detención de su asesino, hasta los programas llamados del corazón se convirtieron en expertos criminalistas, cualificados fiscales y severos jueces, lo que no les impidió llegar a asegurar una serie de supuestas informaciones de “fuentes fiables” que solo contribuyeron a enlodar aún más el sufrimiento de la familia de Diana.
No nos engañemos. Por mucho asco que dé, tenemos que reconocer que, a la inmensa mayoría de los medios, un buen Alcasser les viene de perlas. No importan las vidas arruinadas. Lo que importa es hacer caja. Y, tristemente, hay una buena parte de público que desea recibir este tipo de contenidos.
Login en