"Un buen chico" es una historia de juventud desfasada, que lleva hasta el extremo el verdadero significado del "se nos fue de las manos" y que juega con la forma para hablar de culpabilidad y deseo, para provocar en nosotros reacciones como el asco, la angustia o la repulsa.
Podría tirarme horas debatiendo con los protagonistas sobre los mejores 5 discos de los 90, pero nunca les abriría la puerta de mi casa, y creo que su autor tampoco.
"Un buen chico" no es, por supuesto, la aventura de un buen chico, algo que es sencillo de adivinar sólo con el primer vistazo, sino de los fantasmas realmente perturbadores de un pasado que entra suavemente, ya que muchos nos vemos en él, pero que de pronto nos pega un puñetazo en la cara.
Y entonces es cuando nosotros pensamos que fuimos muy modositos.