
George Bernard Shaw no pudo estar más equivocado cuando acuñó la famosa máxima: "Aquel que puede, hace. Aquel que no puede, enseña". En una economía de rápido movimiento que se maneja por las ideas, una parte esencial de ser un líder es ser un buen maestro.
¿De qué otra manera puede alguien persuadir a todos los miembros de una organización - ya sean 50 o 50 mil empleados- para que se muevan en la misma dirección? ¿De qué forma se puede focalizar al equipo de trabajo y persuadirlos de una estrategia de reducción de tamaño de la empresa cuando la economía se estremece? ¿De que forma se puede asegurar que las personas de todos los niveles entienden las prioridades de cada momento? ¿Cómo se pueden desarrollar los lideres del mañana?
Simplemente: se les enseña. Eso no quiere decir que hay que darles un discurso en una reunión general de la compañía o impartir órdenes a los subordinados. Eso no es enseñar: eso es mandar. Decirle a la gente lo que deben hacer no garantiza que ellos van a aprender lo suficiente para pensar por ellos mismos en el futuro. En cambio, puede significar que ellos van a depender de usted o de sus supervisores cada vez más y dejarán de tomar riesgos, detendrán la innovación y pararán de aprender.
¿Qué hacen los grandes maestros que usted debería aprender para cumplir con su papel de líder? A continuación encontrará lo que nos dijeron aquellos que lo saben mejor que nadie: los profesores mismos. Maestros de toda clase. Algunos de ellos enseñan formalmente en salones de clase. Otros enseñan informalmente - en sus oficinas, durante la cena, en el camino - mientras dirigen compañías. Nuestros expertos han enseñado a veteranos ejecutivos, desarrolladores de software, representantes de ventas y estudiantes de MBA, así como a universitarios, músicos, cirujanos y a otros maestros también.
La buena enseñanza, como se verá, es universal. Así el tópico de hoy sea el lanzamiento de un nuevo producto o las ciencias sociales o cómo hacer un "bypass" triple, los mismos principios - y muchas de las mismas técnicas - se pueden aplicar.
¿Está usted listo para aprender? Siéntese en su pupitre y saque su cuaderno, que la clase va a empezar...
6. Hay que volverlo claro así no se pueda volver simple
Uno de los principales atributos de un gran maestro es su habilidad para desmenuzar ideas complejas y hacerlas entendibles. Lo mismo se puede decir de los líderes empresariales hoy en día, dice Gary Grates, director ejecutivo de comunicaciones internas de General Motors. De hecho, él afirma que la esencia de enseñar - y de aprender - está en la comunicación. "El principal reto que los líderes deben enfrentar es lograr que la gente les entienda," dice Grates. "Así esté usted hablando de Wall Street, de los socios, de los clientes o de los empleados, sus interlocutores deben comprender la historia de la organización - hacia donde se dirige, por qué se están haciendo estos cambios, cómo trabaja usted y cómo piensa usted. De lo contrario, usted perderá valor, ventas, nuevas oportunidades o a sus empleados. Por eso es que enseñar es tan importante".
7. No tema ser vulnerable, pero no sacrifique su credibilidad
Para algunos, ser un profesor - o un líder - significa presentarse como la persona que tiene todas las respuestas. Cualquier signo de vulnerabilidad o de ignorancia puede significar debilidad. Ese tipo de personas son pésimos profesores, dice Parker Palmer, veterano instructor y autor de "El coraje de enseñar: explorando el mundo interior del maestro"
A veces la mejor respuesta que un profesor puede dar es, "No lo sé". En vez de perder credibilidad, se gana la confianza de los alumnos y esa confianza es la base de una relación productiva. "Todos sabemos que la perfección es una máscara", dice Palmer. "Por eso desconfiamos de las personas que se ocultan detrás de la máscara del sabelotodo. No son honestos con nosotros. Las personas con las que desarrollamos las más profundas conexiones son aquellas que reconocen sus limitaciones frente a nosotros".
Reconocer lo que usted no sabe muestra que todavía está aprendiendo, que el profesor es, en realidad, todavía un estudiante. Para el líder de una organización, este es un acto de equilibrio muy delicado, dice Mike Leven, expresidente de Holiday Inn Worldwide y ahora director general de U.S. Franchise Systems Inc. "Mientras que es razonable que alguien no sepa muchas cosas, también la gente espera que la persona de quien dependen sepa al menos algunas respuestas. Usted no puede permitir que la gente se pregunte, "¿Por qué está éste dirigiendo la compañía?".
8. Enseñe desde el corazón
La mejor enseñanza no sale de formulas; es personal. Diferentes personas enseñan Shakespeare de múltiples maneras porque lo hacen de acuerdo a cómo ellos son y cómo ven el mundo. O, como sice Palmer, "Enseñamos lo que somos". El acto de enseñar requiere el coraje de explorar su propio sentido de identidad. Si usted no sabe quién es usted, dice Palmer, usted no puede conocer completamente a sus estudiantes y no podrá conectarse con ellos. La gente recurre a técnicas para lograrlo hasta que descubren su propia forma de ser profesor. Tal vez, dice Palmer, el músico de Jazz Charlie Parker fue el que mejor lo expresó: "Si no lo vives, no va a salir de tu trompeta".
12. Deje de hablar - y empiece a escuchar
Cuando se trata de enseñar, lo que usted hace es casi tan importante como lo que usted dice. Después de todo, sus estudiantes están todo el tiempo mirándolo. La mejor forma de mostrar que usted se interesa y se preocupa por ellos es escuchándolos. El aprendizaje efectivo es una calle de doble vía: es un diálogo, no un monólogo. Después de lanzar una pregunta, los malos profesores llenan el silencio con su propia voz en vez de esperar una respuesta. En vez de eso, dice Muir, el director de capacitación de SC Johnson, ensaye esto: Espere diez segundos. "Si quiere ser un buen profesor, usted tiene que aprender a no sentirse incómodo con el silencio," dice. Es en esos momentos de quietud, casi eternos, en los que tienen lugar las mejores reflexiones. No los interrumpa.
13. Aprenda qué debe escuchar
Levi Watkins enseña cirugía del corazón en el Hospital John Hopkins de Baltimore, en donde los residentes aprenden trabajando al lado de los cirujanos. Antes de la cirugía, Watkins pide al residente que lo conduzca por todo el proceso del diagnóstico y de la cirugía, como si él estuviera al otro lado de la mesa asistiendo al estudiante. "Escucho cómo el residente construye a partir de toda la información disponible y qué tan bien organiza sus pensamientos", dice Watkins. "Optar por operar el corazón de un paciente es una decisión muy compleja. Puede haber diferencias de opinión entre los doctores, pero aquí no hay vuelta atrás. Tenemos que decidir qué conductos son adecuados o no para una operación de "bypass".
Cuando Weatherup, el director de Pepsi, visita a los gerentes generales de alguna de las 300 locaciones de la compañía, pone un interés particular en el lenguaje que escucha. En el análisis del mercado local, por ejemplo, Weatherup espera escuchar referencias a la misión de la compañía o a alguna estrategia nueva que él ha estado promoviendo. El desea detectar que el gerente ha reflexionado acerca de su porción del negocio dentro del marco de referencia adecuado. "Si yo escucho el lenguaje de la compañía en sus voces, sé que estoy logrando llegar a la gente", dice Weatherup.
Sobre todo en Japón, tuvo que aprender a escuchar en su primera asignación con Pepsi. Puesto que el inglés era la segunda lengua de sus colegas, él aprendió a volverse sensible a las emociones que venían detrás de las palabras de la gente. Todavía hoy intenta percibirlas. "Siempre estoy preocupado por los sentimientos de la gente, más que por los volúmenes de venta o los precios. Quiero saber cuáles son sus frustraciones y qué los hace sentir bien".
15. Evite usar la misma técnica para todos
Los buenos maestros creen que todos los alumnos pueden aprender, pero entienden que cada uno lo hace en forma diferente. Algunos son visuales, otros captan rápidamente lo abstracto, algunos prefieren leer. Así que el instructor tiene que adoptar una técnica multidimensional durante su clase. Algo como esto: lectura durante 20 minutos, luego colocar una pregunta de opción múltiple a toda la clase, la cual se presenta en un tablero o a través de una diapositiva. Luego se pide a todos que escriban la respuesta y se hace que algunos, por turnos, expliquen su posición a todos los demás en la clase. Después de varios minutos, hacer una encuesta entre todos para saber cuántos escogieron cada opción de respuesta. Esto es lo que Rando denomina una "conferencia activa".
16. Nunca pare de enseñar
La enseñanza efectiva se deriva de la calidad de la relación entre el maestro y el alumno. No termina cuando suena la campana o cuando se acaba el día de clase. "Trato de evitar caer en una actitud de 9 a 5, para no dar la impresión de que mientras estemos en horario de trabajo, me importa la gente, pero no me fastidien después," dice Kaplinsky, el profesor de Juilliard. "Uno de los principales ingredientes de la enseñanza es el amor por ella. Yo vengo de Israel, en donde tenemos un dicho: "El deseo del ternero por la leche de su madre es pequeñísimo comparado con el deseo de la madre de dar su leche al ternero"
Fuente http://emprendedoresnews.com/liderazgo/un-buen-lider-es-un-buen-maestro-16-formas-para-lograrlo.html
