Aquí en este blog hemos conocido cientos de historias de emprendedores exitosos, pero como bien dice Bill Gates “Está bien celebrar el éxito, pero también es importante prestar atención a las lecciones del fracaso”, por ello hoy quiero compartirles la historia de un emprendedor que fracasó en su intento de iniciar un negocio.
Comencemos por aclarar que el emprendedor de la historia soy yo y todo se remonta a algunos años atrás cuando me encontraba en los últimos semestres de la carrera de administración de empresas. Junto con mis dos hermanos teníamos algo de capital y queríamos invertirlo iniciando un negocio propio, por lo cual andábamos en busca de una oportunidad que se ajustara a nuestro presupuesto.
Pensamos en varias ideas relacionadas con nuestros hobbies y aficiones, pero no nos decidíamos por ninguna porque los tres andábamos estudiando y no contábamos con el tiempo necesario para dedicarnos de lleno al proyecto.
Una tarde nos encontrábamos en nuestra casa y llegó de visita uno de los amigos de mi hermano mayor y se sentaron a conversar. Él le contó a mi hermano que se sentía incómodo con su trabajo y estaba pensando en renunciar para iniciar un negocio propio, pero no contaba con el dinero necesario para hacerlo.
Este amigo había estudiado cocina y contaba con años de experiencia trabajando como chef y otros puestos relacionados con la cocina, así de que su idea era emprender en la industria de la comida.
Mi hermano le comentó sobre nuestro interés de comenzar un negocio y le resultó muy interesante, así de que al cabo de unos días ya nos encontrábamos organizando todo para empezar nuestra sociedad. Compramos la materia prima, conseguimos un local comercial, diseñamos la estrategia de marketing, etc.
Finalmente decidimos hacer el lanzamiento de nuestro anhelado negocio y aprovechamos una temporada donde la cantidad de turistas en nuestra ciudad aumentaba significativamente. Los primeros días obtuvimos rendimientos muy prometedores, pero con el pasar de las semanas nos dimos cuenta de que nuestro negocio no sería más que un fracaso. Teníamos un buen producto y a nuestros clientes le gustaba… entonces… ¿qué pasó?
Un buen producto o un gran talento no es garantía del éxito
Cuando empezamos nuestro negocio creíamos tener todo lo necesario para lograr el éxito, pero con el tiempo nos dimos cuenta de que no era así.
El primer gran error que cometimos fue apostarle a un negocio que no nos apasionaba y del cual conocíamos muy poco. La cocina nunca fue uno de nuestros fuertes y en realidad no era algo que nos interesara.
El segundo gran error fue aliarnos con la persona equivocada. El amigo de mi hermano poseía un gran talento, pero es la persona más floja, perezosa, irresponsable y desobligada que alguna vez hubiese conocido. Antes de iniciar el negocio ya lo sabíamos y creíamos que sería un problema fácil de solucionar, pero no fue así.
El tercer gran error fue querer empezar invirtiendo la menor cantidad de dinero posible. Arrendamos un local comercial pensando más en ahorrar dinero que en encontrar una ubicación estratégica que nos permitiera obtener una ventaja frente a la competencia.
Cometimos algunos otros errores que nos dejaron en claro que tener un negocio exitoso implica mucho más que contar con un buen producto.
Tomando la decisión de cerrar nuestro negocio
Al cabo de unos meses decidimos cerrar nuestro negocio. Estoy seguro de que solo unos meses no son suficientes para determinar el éxito o fracaso de un proyecto empresarial, pero sentíamos que era hora de terminar con nuestra aventura porque realmente no sentíamos la pasión necesaria para continuar y además nos sentíamos incómodos trabajando al lado de nuestro socio; nosotros queríamos ponerle nuestro empeño pero él siempre tenía una excusa para no abrir y la verdad es que dependíamos demasiado de él.
Finalmente concluimos que nuestro proyecto había sido un total fracaso, y aunque perdimos gran parte de nuestro capital, las lecciones aprendidas hicieron que esta experiencia valiera la pena. Ahora más que nunca nos sentimos motivados a emprender, pero ahora lo hacemos con más inteligencia y buscamos en nuestros colaboradores más valores que talentos.
¿Qué otros elementos son clave para el éxito en los negocios?
Contar con un producto de calidad y que sea atractivo para los clientes es muy importante, pero tu negocio debe contar con una serie de elementos clave. Estos son algunos de estos elementos:
- Pasión: Debemos buscar negocios que nos apasionen y por los cuales estemos dispuestos a trabajar hasta el cansancio. No hay peor error que buscar negocios solo pensando en “cuál es el que más ganancia deja” o “cuál me permite ganar dinero rápido”.
- Una estrategia de marketing poderosa: Tu producto debe ser bueno, pero debes contar con una muy buena estrategia que te permita transmitir la percepción de valor de tus productos a los clientes.
- Un equipo de trabajo apasionado: Ahora más que nunca les puedo asegurar que no hay nada tan valioso como tener a nuestro lado personas apasionadas y comprometidas con sacar adelante nuestros proyectos.
- Una ubicación estratégica: Contar con un buen local comercial y con una ubicación clave es fundamental para incrementar nuestras posibilidades de éxito. Intentar ahorrar en este sentido solo será un error que te costará caro.
- Disciplina, trabajo duro y paciencia: Estoy firmemente convencido de que emprender tiene que ver más con tener una incansable paciencia acompañada por mucha disciplina y trabajo duro.
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