Un cadáver en la mansión Sainsbury
"ーSus preguntas resulta absolutamente impertinentes, inspector jefe!ーgritó la señora Markham encolerizadaー. ¡Yo no maté a la pobre chica! Ni la coloqué debajo del entarimado de la cocina para que la encontrara esta misma tarde el esposo de mi hija ¡al regresar de su luna de miel! [...] Repito que no sé nada, no sé nada de ese horrible crimen, y sugerir lo contrario...ーBueno, señora Markham ーdijo incómodo el comisario de la cercana estación de policía de Woolwichー, nadie está sugiriendo...ー¡Cierto! [...]."
Un cádaver en la masión Sainsbury es otro título que pasa a engrosar la, por fortuna, extensa lista de novelas policíacas que han dejado un preciado poso en mi. Se trata de un misterio que encierra otro misterio, al más puro estilo Agatha Christie: el del verdadero nombre de la persona que se oculta tras el pseudónimo de A. Fielding. Su identidad ha sido objeto de numerosas teorías y un sinfín de hipótesis que se exponen en el interesantísimo prólogo, de mano de Juan Mari Barasorda, que precede a tan deliciosa obra de misterio.
Un cádaver en la masión Sainsbury nos relata la historia de una feliz pareja de casados, los Layng, que al poco de llegar a su nueva casa hacen un macabro descubrimiento: el cadáver desfigurado de una joven oculto bajo el suelo de la cocina.
La casa ha sido en realidad alquilada como regalo de bodas (con sorpresa, en este caso) por parte de los Markham, padres de la novia, hasta que la joven pareja pueda mudarse al hogar que están construyendo. Madre e hija creen conocer la identidad de la fallecida, una joven huérfana acogida muchos años atrás por la familia Markham y que todos creían de viaje. Sin embargo, el novio discrepará y, así será como el inspector Pointer de Scotland Yard irrumpa en un caso que se tornará cada vez más difícil de resolver. No quedará personaje libre de sospechas, todos ocultan secretos y, entre ellos, un asesino a sangre fría campa a sus anchas y juega al escondite con nuestro inspector.
Mejorando la experiencia si cabe de esté gran exponente de la Golden Age rescatado del anonimato, está la magnifica edición llevada a cabo por dÉpoca Editorial. Se trata de una edición cuidada hasta el más mínimo detalle a la que acompañan unos impresionantes ilustraciones y alimentan la atracción del lector hacia una novela que, ya sólo por su trama, se hace irresistible de leer.
Título:Un cadáver en la mansión Sainsbury
Autor: A. Fielding
Traducido por: Rosa Sahuquillo y Susanna González
Género: Novelas policíacas
Editorial: dÉpoca
Formato: Papel
ISBN: 978-84-121291-0-6
Páginas: 264
Precio: 19,90€ (Papel)
Argumento: Los señores Markham alquilan la mansión Sainsbury -también conocida como The Nook- como regalo de bodas para su bella hija Carin, que acaba de contraer matrimonio con Douglas Layng. La casa parece el lugar perfecto para que los jóvenes comiencen su vida en pareja hasta que puedan trasladarse a la nueva residencia que se están construyendo. No obstante, aquel lugar tan idílico deja de serlo durante la mudanza de los nuevos esposos, tras descubrir Douglas el cadáver de una joven bajo el suelo entarimado de la cocina.
Dicho cadáver, cuyo rostro está desfigurado por los meses que ha pasado oculto en la vivienda, es identificado por la señora Markham y su hija como el de Ann Gissburn, la joven de peculiar carácter que convivió varios años con ellas tras la muerte de su padre, y que supuestamente se encontraba de vacaciones en el extranjero.
La trepidante investigación del crimen será abordada inmediatamente por el inspector jefe Pointer, de Scotland Yard, asumiendo el difícil reto de descubrir al asesino y el móvil de tan horrendo crimen. Una ingeniosa trama con un impactante final en la línea de los mejores trabajos de Agatha Christie y P. D. James.