Prehistórico.
Esto es del 2006. Como quien no quiere la cosa (porque yo no quería, lo prometo), han pasado ocho años. En esa época tan lejana, hice una serie de cuadros que llame “For Coffee Lovers”. Como no sé dibujar ( y las flores marcianas dan fe de que , ocho años después, sigo igual), me dediqué a pegar granos de café, previamente coloreados en un fondo ( y ahí estaba la gracia) en el que mezclé acrílico y café espresso ( 100% arábica).Y, después, experimentando un poco, mezclé café molido con pintura acrílica y látex.
Estos cuadros viven en Seattle, la ciudad americana “del café” por excelencia. Me consta que aún sobreviven al paso del tiempo. Sinceramente, tenía miedo que los granos de café se desengancharan (por mucho pegamento de contacto que les hubiese puesto) o que el café molido se fuera desprendiendo del fondo…
Al principio, hasta olían a café…