Fue entonces cuando alguien le propuso hacer una prueba para grabar dos canciones religiosas. En el estudio de grabación se encontró con un estudiante cristiano con quien abordó temas como la existencia de Dios, la persona de Jesús, la realidad del pecado, la obra de la redención… nociones desconocidas para ella pero que calaron en su mente. Al final la prueba de grabación no se llevó a cabo, pero la cantante mantuvo el contacto con ese creyente.
Una correspondencia continua la llevó progresivamente al camino de la fe, y poco a poco fue entendiendo los temas que le parecían difíciles. «Entonces, dijo ella, llegó el día en que me rendí por completo a los pies de Jesús. Me di cuenta de que él podía dar un nuevo sentido a mi vida destrozada. Por ello puse mi vida en sus manos»
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. – Salmo 90:12.
Dame, hijo mío, tu corazón. – Proverbios 23:26.
Os es necesario nacer de nuevo. – Juan 3:7.
(Amen, Amen)