Pedro Pozas Terrados El Cambio Climático, está siendo la principal amenaza a la permanencia de la humanidad sobre este planeta. En nuestro país, las lluvias se han convertido en una suerte de lotería para ver a quien le toca la inundación; el granizo alcanza el tamaño de pelotas de tenis; las marejadas destrozan nuestras costas; los huracanes llegan a nuestra península, los incendios forestales son, cada vez, más frecuentes y virulentos; nos invadan especies exóticas como el mosquito tigre, que portan enfermedades africanas como el dengue; o como la avispa asiática, que destruye nuestras colmena, los periodos de sequía aumentan cada vez con más énfasis; la protección animal está siendo cada vez más importante en nuestras sociedades acostumbradas a ignorar el sufrimiento de los no humanos, los circos van dejando de utilizar mediante el maltrato a los animales en sus espectáculos circenses por la presión de una concienciación más profunda; el maltrato animal está entrando en nuestro código penal y cada vez son más denunciables por parte de los ciudadanos y de las autoridades.
Se sobreexplotan los recursos y el agua es un buen ejemplo, en donde el ritmo de relleno de los acuíferos es menor que el de extracción; además, se tiene la malísima costumbre de arrojar nuestros desechos a los cauces del rio con lo que, no solo hay cada vez menos agua; si no que la poca que hay, se contamina con una frivolidad que escandaliza. A parte de eso están los grandes intereses económicos que quieren privatizarlas; hay espacios comerciales donde el litro de agua es más caro que la gasolina; por lo que privatizar un manantial para comercializar agua embotellada es mejor que encontrar petróleo.
La introducción de especies exóticas, voluntaria o no, provoca una invasión animal y vegetal que pueden tomar el control y variar ecosistemas ajenos. Un ejemplo es la invasión del mejillón cebra, el visón americano, la cotorra argentina, la cotorra de Kramer, el picudo rojo que destroza nuestros palmerales, las medusas que invaden nuestras playas, las cianobacterias y algas que empiezan a invadir las costas Canarias, etc, etc.La contaminación atmosférica que, no solo afecta directamente a nuestra salud, si no que destruye la capa de ozono o provoca el efecto invernadero. Debemos concienciar a los ciudadanos para revertir la situación, cambiando nuestro sistema de transporte por el colectivo o el no emisor de CO2; y cambiando nuestras fuentes de energía, actualmente basadas en el consumo de combustibles fósiles por otras limpias, como la eólica o la solar. Incentivar la llamada energía libre: motores magnéticos que funcionan eternamente con campos magnéticos, motores de agua, etc.Los incendios forestales y la consecuente deforestación y desertificación, es otro de los grandes problemas que sufre nuestro país, ahora agravado por el cambio climático. El 90% de fuegos, que en 2005 arrasaron 177.333 hectáreas, son provocados por el hombre y la desaparición de bosques primarios (no alterados por la actividad humana) es fruto, entre otras causas, del desarrollo urbanístico.La construcción masiva. Mientras la población aumentó en los últimos años un 4%, el territorio urbanizado lo hizo un 25%. Se ha llegado a un punto, que hay que regular nuestro turismo para que este no arrase nuestro litoral, o nuestras islas. La sobreexplotación turística está llegando al punto de poner en peligro nuestra “gallina de los huevos de oro”.La extinción de especies. Joyas de nuestra fauna y flora, como es el lince, el lobo, el oso pardo o el águila imperial, el visón europeo, la nutria, etc, están a punto de desaparecer porque estamos construyendo un mundo donde ellos no tienen cabida.El riesgo nuclear. A pesar de que durante décadas nos tratan de convencer de la seguridad de las centrales nucleares, estas siguen siendo igual de inseguras y los residuos siguen estando en las piscinas de las centrales porque aún no se sabe qué hacer con ellos.Somos el único país de la UE que cultiva alimentos modificados genéticamente de forma comercial. Es una amenaza al ecosistema a la que dedicamos 60.000 hectáreas de tierras de cultivo.A nivel mundial, los entomólogos están documentando la pérdida masiva de mariposas, abejas, escarabajos y libélulas. Las causas son el cambio climático, el uso de toda clase de insecticidas contaminando los campos y ciudades, la contaminación de los suelos y del aire, urbanización y fragmentación del territorio, deforestación y transformación de los usos agrarios, desaparición del pastoreo tradicional y el uso de medicamentos que se aporta al ganado; son algunos de los factores que están influyendo en la desaparición masiva, poniendo en peligro a numerosas especies que sirven de alimento y a ecosistemas enteros, con grave prejuicio en la polinización, dispersión de semillas, mantenimiento de la estructura y fertilidad del suelo, controles biológicos de las plantas y otros animales.
Basuras y residuos peligrosos. A fecha de hoy solo se recicla el 11% de la basura que se genera; que, por cierto, es cada vez mayor. Las imágenes de inmensas islas de plásticos y las ingentes especies marinas atrapadas en ellos, alarman e indignan, con razón, a la población mundial. Por otro lado, a fecha de abril del 2018, en seis años han ardido 156 empresas de reciclaje con todo su contenido. En 2016 fueron 32 y en 2017 aumentó significativamente a 57, en un clara de realidad de la existencia de una mafia nacional que reciben dinero para el reciclaje pero no se controla su destino, muchas de ellas acaban siendo incendiadas que resulta más barato que reciclar. Hecho que ya ha sido denunciado por diferentes ONGs y Diputados sin que hasta el momento se haya abierto una investigación clara paradepurar responsabilidades o legislado una ley que controle de forma efectiva todo el proceso de reciclaje, desde su inicio hasta el final.Paralelamente a todo lo anterior, existe una guerra silenciosa entre los que queremos dejar a nuestros hijos un mundo, al menos, igual al que heredamos de nuestros padres, y los ecocidas irresponsables que, egoístamente, quieren seguir lucrándose aunque desaparezca nuestra fauna, nuestros bosque, nuestros recursos, nos lleguen huracanes e inundaciones, cambie el clima o nos envenene el aire que respiramos. Y esa guerra, la estamos perdiendo. Han conseguido; no solo presionar a nuestros representantes políticos para que defiendan sus intereses, si no que han silenciado a aquellos grandes comunicadores que creaban conciencia; entre ellos, Félix Rodríguez de la Fuente, David Attemborough, David Suzuki, el Comandante Cousteau, Carl Sagán, etc, algunos de ellos ya desaparecidos pero con un gran legado que han dejado a la humanidad. Pocos son los comunicadores al nivel de los ya mencionados que han salido en nuestras pantallas de televisión, entre ellos Luis Miguel Domínguez y el recientemente fallecido Pablo Herreros y en espacios o programas cortos sin continuidad. En el terreno digital, es de importancia resaltar el blog referente de todos los grupos animalistas en España “El caballo de Nietzsche” dependiente de diario.es y dirigido por periodistas comprometidos en la defensa animal y que son a su vez grandes comunicadores.Los políticos no se atreven a tomar las medidas necesarias; unos por ceder a las presiones de los ecocidas y otros porque las medidas medioambientales “son impopulares”; recordemos los recientes altercados protagonizados por los “chalecos amarillos”, en Francia. Esas medidas serían más fáciles de llevar a cabo en una sociedad concienciada.La Radio Televisión Española tiene 9 canales: La 1, La 2, Clan, 24 horas, Teledeporte, La 1 HD, La 2 HD, Teledeporte HD y Clan HD. ¿No podría crearse un canal Tierra que divulgue el respeto por los animales y el medioambiente?Es imprescindible que informativos medioambientales, debates, tertulias, documentales, películas, concursos, etc, donde se forma y se informa de los problemas que afectan a este planeta y a la defensa animal, lleguen a la televisión pública (las televisiones privadas no lo van a hacer) sin que se ponga trabas a cualquier tema con rigor científico y con la participación de ONGs, científicos, escritores, naturalistas, periodistas; donde la protección animal y la defensa del medio ambiente pueda tener sus secciones compartiendo en común los intereses de nuestra Tierra.SI no es así, los negacionistas del cambio climático y todos aquellos que atentan contra el medio ambiente y los animales, no van a dejar un planeta mínimamente vivible para nuestros hijos.
Por ello, desde Proyecto Gran Simio, una ONG, sin el más mínimo ánimo de lucro, rogamos que se tome en serio los problemas ambientales y de la defensa animal que afectan a nuestro Planeta y se haga todo lo posible para que haya un canal medioambiental en la televisión pública, donde tenga cabida todos los temas arriba mencionados, donde se trate abiertamente por colectivos de ONGs, ciudadanos y periodistas comprometidos por la defensa de la Tierra. Ya sé que se podrá pensar que hay algunos documentales en los que se ven leones cazar ñus en la sabana africana o programas como “El Escarabajo Verde” o “Aquí la Tierra” pero a la vista está, que no es en absoluto suficiente, ni se tratan los temas con amplitud.Por ello en los programas electorales para las próximas elecciones se debería pedir que incluyan un canal público exclusivamente para todos los temas señalados, un Canal Tierra donde sea el eco y la voz de los que defendemos la naturaleza y los seres vivos que en ella habitan, un canal educativo y participativo para todos los públicos donde se incluya posibles soluciones a las agresiones a la biodiversidad, donde la voz de los animales sea un referente mundial en la comunicación. Un canal de televisión para un planeta que muere.
En uno de los maravillosos capítulos de la no menos maravillosa serie documental “La voz del planeta” que los españoles de nuestra edad tuvimos la suerte de ver y nuestros jóvenes no, el planeta Tierra le decía a William Shatner, el Capitán Kirk de la nave Enterprise (Star Trek):
“¿Tu especie cree que puede dañarme?; este planeta ya tenía vida miles de millones de años antes de que los de vuestra especie, caminase sobre mí; y seguiré albergando vida y girando alrededor del Sol, millones de años después de que hayáis desaparecido. No podéis destruirme, os estáis destruyendo vosotros mismos”.
Tenemos que tomar conciencia y poner medios para dejar a nuestros hijos un mundo, al menos igual al que heredamos de nuestros padres; si ni si quiera lo intentamos, si le dejamos un planeta destruido, contaminado y sin recurso, sin que hayamos podido legislar por los derechos básicos de todos los animales, sin que hayamos mirado a los ojos de nuestras mascotas y de los animales llegando a la conclusión que son seres vivos sintientes con derechos; el hombre habrá fracasado como ser inteligente para convertirse en un monstruo agresivo y nos harán responsables genocidas de la vida y de la destrucción de su futuro y de sus derecho a vivir en paz.
PEDRO POZAS TERRADOS