Un canto de vuelta a la aleatoriedad. Las anti-rutinas.

Por Uncafelitoalasonce

Uno tiene en sus manos el color de su día… Rutina o Estallido – Mario Benedetti

Rompe con las rutinas grises

Trabajar es casi por definición algo rutinario. Vamos todos los días a trabajar, más o menos a la misma hora, nos sentamos en el mismo sitio, tenemos a las mismas personas al lado, hacemos siempre las mismas pausas, abrimos el correo, lleemos las noticas… Luego, en función de cómo sea cada uno, podremos tener algunas rutinas productivas, o no.

El caso es que no estamos diseñados para ser tan rutinarios. Sí, siempre hemos estado sujetos a ciclos de día y noche, de épocas frías y cálidas, de 9 meses de embarazo, de ciclos menstruales de unos 24 días. Pero no es menos cierto que siempre hemos tenido algunos componentes de aleatoriedad en nuestra vida que nos aportan ventajas.

Intentar tener todo 100% planificado el 100% del tiempo es una enfermedad

Siempre he pensado que detrás de la frase “las rutinas son buenas para los niños” (no digo que no sea totalmente cierta) se esconde una gran parte de “las rutinas son buenas para los niños porque así puedo disponer de un tiempo que esta sociedad me impide tener para mi y para ellos”, así puedo ver la tele tranquilo. Soy más de la opión de predicar con el ejemplo. Si quieres que tus hijos duerman suficientes horas, empieza tú por dormir suficientes horas y ve a la cama temprano, ¿acaso no es tan o más importante para ti? Estoy por conocer a un niño que se quiera quedar solo en el salón si sus padres se han ido a acostar.

Por supuesto, hay rutinas muy buenas. Las que nos ayudan a conseguir lo que queremos, pero cuidado, ¿esas rutinas las has decidido tú? Si uno decide aplicar ciertas rutinas para ser más productivo, ya sea en un proyecto personal o en su vida profesional eso está muy bien, pero no siempre es el caso. En general nos volvemos rutinarios sin quererlo, no es algo fruto de una decisión propia y consciente. Y es precisamente esa rutina inconsciente, esa falta de cierta aleatoriedad en nuestra vida, la que poco a poco nos va minando y la que hay que contrarrestar.

Aunque nos parezca una época muy lejana, apenas han pasado unas generaciones. Todavía somos esos primates que vivían en cavernas, que no todos los días tenían suficiente comida, que no sabían si iba a llover mañana, que no iban  al gimanasio lunes, miércoles y viernes a hacer bicicleta estática durante 45 min para quemar 200 Kcal, que no siempre se levantaban a la misma hora, que no solo hacían el amor los fines de semana, que no siempre hacían la misma actividad…

Desde luego, uno no puede despojarse de todas las rutinas sin más. No podemos dejar de trabajar, o de comer a ciertas horas, pero sí que hay algunas actividades que podemos tratar de aleatorizarlas, de dejarnos llevar por el azar y salir así de una vida demasido rutinaria. Os dejo algunos ejemplos:

  • Comer siempre con las mismas personas. Somos gremiales por naturaleza. Da igual el entorno, ya sea en el trabajo o en otra actividad, tendemos siempre a juntarnos con las mismas personas. Está bien. Nos da tranquilidad, pero ¿por qué no conocer a otras personas? ¿por qué no de vez en cuando comer con otros compañero de trabajo? Otras bromas, otras historias, otras experiencias, no te limites.
  • No levantarte en toda la mañana de tu sitio. Somos la sociedad más sedentaria de la historia. Estudios recientes han demostrado que da igual la cantidad de ejercicio físico que hagas, si pasas 8 delante de un ordenador, tu cuerpo y tus músculos lo van a notar (esa es la razón por la que deberías hacer pesas). ¿Por qué no te levantas? Cada hora, date una vuelta por la oficina, ve a mirar por una ventana, sal a la calle incluso, no te encierres tu mismo. Tu cabeza y tu salud te lo agradecerán.
  • Llamar en vez de hablar en persona. Siempre te comunicas por email o por teléfono. El email ha disparado la productividad, de eso no hay duda, pero ¿no creéis que ha llegado a su límite? Estamos perdiendo la fuerza del cara a cara, la potencia de la mirada en tus relaciones. Levántate y comunica en persona eso que ibas a poner en un correo. Ya, lo sé, así no molesto. Yo digo, si molestas realmente ya te lo harán saber, pero pidiendo “audiencia” de forma educada no tiene por qué haber problema.
  • Ir siempre por el mismo camino al trabajo. ¿Por qué no dejas aparcado el coche un día y vas a trabajar en otro medio de transporte? Solo un día, como experiencia, como una forma de romper con lo habitual. ¿Hace cuánto que no lees u oyes música porque no tienes tiempo de hacerlo en casa? También puedes cambiar de ruta, o tratar de convertir un lunes en un sábado.
  • Saltarse una comida. El ayuno ha estado presente en la historia de nuestra especie desde siempre. De hecho, creo que el ayuno es una parte fundamental de la historia evolutiva de cualquier bicho que no sea autosuficiente (quizá las plantas, aunque si no tienen suficiente agua también ayunan). Ahora lo “correcto” es no pasar hambre nunca, y comer 5 veces al día. No lo creo, lo natural es no comer de vez en cuando, pasar un poco de hambre. Todas las religiones del mundo, de una forma u otra incorporaron esta concepto en su cuerpo de creencias, y creo que por un buen motivo. Ayunar o saltarse algunas comidas, ayuda a limpiar el organismo. Profundizar sobre ello llevaría todo un post, pero ¿por qué no te saltas alguna comida? No como una dieta, no es para perder peso, es para que tu cuerpo cambie de ritmo.

Quieres rompar radicalmente con la rutina un día. Este es mi plan de acción para un día. Acuéstate y duérmete temprano (antes de las 10), no te pongas despertador y levántate cuando tu cuerpo te lo pida, ve a trabajar por una ruta distinta a la habitual, no desayunes o no comas o no hagas ninguna de las dos (como los musulmanes en ramadán). En vez de esto, a la hora de comer, date una vuelta por un parque. O vete a comer con otros compañeros. Trata personalmente las cuestiones de trabajo. Trata de interactuar con las la gente de tu trabajo en persona, no por email y vete a dormir cuendo tengas sueño.

Sí, lo sé, soy un iluso, todos tenemos cargas, algunos tenemos hijos, obligaciones ineludibles, compromisos, pero seguro que habéis captado la idea. No hace falta hacer todo de golpe en un solo día (aunque sería un gran reto), pero sí incorporar alguna de estas anti-rutinas para recuperar algo de aleatoriedad que hace tiempo abandonamos.

¿Qué otras anti-rutinas se os ocurren?

Un canto de vuelta a la aleatoriedad. Las anti-rutinas. is a post from: Un Cafelito a las Once - 1C11

Artí­culos relacionados:

  1. El desayuno anti-inflamatorio. 3 ideas para empezar la mañana con energía La cuestión es, ¿por qué si las proteínas y las...
  2. La locura de los horarios en España. Causas y consecuencias Algo que llama poderosamente la atención cuando viajas al extranjero...