Fe, Esperanza y Caridad buscan su camino a través de los revoltosos acontecimientos que ocurren en Europa en el principio de siglo XX. ¿Serán capaces de hallarlo o la guerra, la traición, el amor y los malentendidos se lo impedirán? Esta es la historia de tres mujeres que fueron bautizadas como las Damas de la Peste y, bajo este estigma, vivirán sus vidas con intensidad hasta el final.
Narrado de forma apasionante, mezcla la acción con la complicidad en una historia que habla de la evolución de la amistad más allá del tiempo. Con un dibujo exquisito y elegante, nos atrapa mostrando un retrato de la humanidad en un periodo de la vida nada fácil. Y, si nos dejamos llevar, nos enseña valores de la vida que podemos extrapolar e identificar en nuestra sociedad actual.
Tres mujeres se conocen en la Revolución de Asturias de 1934. Su destino las llevará a través de la Guerra Civil Española, la II Guerra Mundial e incluso Mayo del 1968.Porque la amistad es verdaderacuando resiste los embates del tiempo y los héroes nos gustan más cuantomás verosímiles son
Cuando decidí aventurarme entre las viñetas y bocadillos de esta historia (ya conocéis todos mi habitual inconsciencia) solo tenía como referencia la fantástica portada que abre este cómic. Tres mujeres, tres soldados republicanas que, directamente, me llamaron la atención y me hicieron querer saber más de ellas. Y lo bueno que tiene este tebeo, quizá lo mejor de todo, es que las expectativas generadas con esa primera imagen no decaen en ningún momento, sino que nos llevan de la mano hasta el final y nos hacen querer conocer a estas tres mujeres tan extraordinarias que se limitan a luchar por sus ideas en un siglo donde, para según qué ideas, fue muy complicado hacerlo, en España y en Europa.
Otro de los protagonistas de esta historia es un Albert Camus imaginario, que nos cuenta lo que va pasando desde el principio y que nos hace ver lo idealizado de la guerra, algo que las tres verdaderas protagonistas borran con sus simples vivencias, la guerra nunca es ideal, siempre es sucia, cruel y repleta de desesperanza.
Creo que todos tomaremos partido por una de ellas al final del tebeo, que algunos seremos más de Caridad, otros de Esperanza e incluso muchos de Fe, pero lo que verdaderamente me ha quedado de la historia que hoy os he querido traer al programa es la idea de amistad perdurable en el tiempo y de luchar por nuestras ideas, aunque duelan.
Me ha gustado. Una historia que hace pensar y que nos hace recorrer las grandes convulsiones de la primera mitad del Siglo XX. Y no os he dicho nada del fantástico dibujo en blancos y sepias, que le otorga a la historia un poso de realismo y de pasado, de foto vieja, que también me ha llamado mucho la atención. En conjunto, una de esas historias que nos hace saber (al menos a los que aún no lo saben), que los tebeos son mucho más que personajes en mallas pegando mamporros. Y que (y esto creo que ya ha quedado más que claro en estas reseñas de tebeos que llevamos tanto tiempo haciendo), los cómics son algo más que historias para niños y jóvenes.
¿Quieres saber algo más?