Revista Cultura y Ocio

‘Un confinamiento de cuentos’ es la primera obra de ficción de M.A. Font Bisier

Publicado el 17 enero 2021 por Delecturaobligada @DelecturaOblig

La obra cuenta con material adicional, como una canción oficial, al que se tiene acceso por códigos QR, lo que convierte a la obra en un libro inclusivo y rico en recursos

Fuente: el autor

Antes de hablar del libro, nos gustaría conocer un poco de usted. ¿Un confinamiento de cuentos es su primera obra literaria?
Soy Miguel Ángel Font Bisier, tengo 34 años y soy natural de Valencia. Hasta hace un par de años, mi labor principal ha sido la de escribir y dirigir producciones audiovisuales, pero desde 2016 he comenzado una línea de investigación propia sobre cómo hacer la cultura más inclusiva para las personas con discapacidad. Al recorrer este camino, y en 2017, publiqué mi primer libro: XMILE-Cine de Diseño Universal. En él se relatan los primeros frutos de mis investigaciones, por lo que Un confinamiento de cuentos sería mi segundo trabajo literario, aunque sí que podríamos considerarlo mi primer libro de ficción.

En el confinamiento cada uno buscó la forma de entretenerse: cocinar, decorar, hacer deporte… ¿Qué le llevó a escribir? ¿Era fácil inspirarse en esos momentos?
El confinamiento fue una etapa de muchas emociones. Por un lado, me pilló en la posproducción de mi primer largometraje inclusivo como director y guionista: SWING! La vida d’un secret (el largo está en valenciano). Así, nuestro primer reto mientras recibíamos las noticias sobre la pandemia fue completar la película en los tiempos que demandaba la productora. No obstante, una situación como la pandemia da mucho en qué pensar. Es algo que a todas las personas nos ha movido por dentro. En mi caso y viniendo del cine, hubiera rodado algo, pero mis ansias de comunicar a través del audiovisual ya estaban cubiertas con el largometraje. Por tanto, y como un juego con mi pareja Aroa Fernández, escribí un cuento para que ella lo leyera en voz alta. Se llamaba «El Sol Durmiente».

¿Cuándo decidió que quería publicar los cuentos?
Creo que fue hacia mediados de marzo, cuando la película ya estaba casi cerrada y teníamos a mitad de desarrollo los primeros cuentos. Conforme los íbamos publicando en Youtube, fuimos recibiendo muy buen feedback (algunos se han utilizado en prácticas escolares) y me animé. Así, me propuse como reto escribir más relatos y ver hasta dónde llegábamos con el proyecto. Fue todo muy orgánico. Además, cada día escuchaba las historias de mis amigos, compañeros de trabajo y las que aparecían en los medios, por lo que había mucho donde inspirarse. Ahí se me encendió la bombilla y me propuse escribir todos los cuentos con una fecha límite: el 1 de junio de 2020. El resultado fueron catorce relatos.

¿Qué encontrarán los lectores en Un confinamiento de cuentos?
Los lectores encontrarán un libro ordenado. ¡Pero lleno de cosas! Digamos que, al final, los 14 cuentos constituyen el eje central alrededor del cual se han creado diversos contenidos: fichas de crecimiento personal sobre los relatos y que han sido escritas por tres terapeutas y psicólogas, dos ilustraciones por cuento, varios haikus y… ¡41 minutos de contenido audiovisual accesible! La verdad es que estamos contentos con el material que ofrecemos, sobre todo porque la sensación es de sorpresa constante para el lector. Nunca va a saber qué le espera al voltear la página.

Una vez que la obra está a disposición de los lectores, además en varios formatos, ¿qué objetivos de difusión se ha planteado?
Hemos puesto a disposición tres tipos de formato: tenemos el libro físico tradicional, el formato de libro bajo demanda en Amazon para las personas que nos lo solicitan desde fuera de España y, por último, tenemos la versión digital accesible para personas con discapacidad visual. Esta versión ha sido maquetada de forma que todo el contenido del libro es compatible con todo tipo de lectores de voz, ya sean de tablet, teléfono u ordenador. Además, en todas las versiones del libro, y reforzando nuestro compromiso con la inclusión, hemos añadido un último capítulo, «Trazos en palabras», describiendo cada uno de los atributos visuales del libro para las personas con diversidad funcional. Desde la portada, a los dibujos, pasando por las tipografías empleadas. ¡No queremos que nadie se quede sin cuentos!

Según nos han contado muchos autores, lo más difícil en la composición de una antología es decidir qué dejas fuera. ¿Qué criterio siguió usted?
Al principio, escribí dejándome llevar por la libertad que me otorgaba la página en blanco. Esto puede parecer baladí, pero para un director y guionista no lo es tanto. De hecho, después de doce años escribiendo guiones, ¡nunca me había parado a pensar que podía dedicarme a escribir libros! Esto se debe a que, en el audiovisual, escribes para grabar, y no valoras tanto las palabras, porque sabes que luego pueden pasar tantas cosas en rodaje, que igual todo se tiene que modificar. Gracias a la calma del papel esperando a ser llenado, pude recrearme y trabajar desde la sinceridad. Sí que es cierto que he guardado algunos cuentos para una posible segunda hornada, pero también existe un matiz de «diario personal» en el libro. De escribir sin filtro sobre lo que sentía en cada instante del confinamiento.

También nos han hablado de la dificultad de crear una estructura cuando los relatos son muy diferentes. ¿Cómo ha organizado usted su selección?
Gracias a mis investigaciones en accesibilidad, he aprendido a ser muy ordenado. Por eso, desde el primer momento tuve claro que el libro precisaría de una estructura muy clara y que cada cuento tenía su lugar en la antología. Además, decidí incluirlos y separarlos en distintas secciones: Convivencias, Deseos y miedos, Perspectivas, Nuestra existencia y Los cuentos nunca dicen adiós. Al contar con dichos apartados, fue sencillo ir escribiendo y enmarcando cada relato en su lugar correspondiente.

El libro encontrará algunos códigos QR entre los relatos. ¿Qué encontrarán los lectores a través de ellos?
Los QR del libro te llevan a contenidos audiovisuales muy variados: desde versiones con narración y subtitulado accesible de los cuentos hasta canciones originales que hemos compuesto, pasando por un cuento en lengua de signos. Como detalle, los primeros relatos que grabamos con mi pareja están incluidos en el libro, por lo que también hay una pequeña capa de intimidad en esos vídeos. También hemos contando con artistas como el cantautor Andreu Valor o José Manuel Moles que han aportado su música a los cuentos.

¿Cómo surgió la idea de incorporar este recurso para ampliar los contenidos de la obra?
En XMILE-Cine de Diseño Universal, mi primer libro, ya asocié un gran número de contenidos interactivos y accesibles al texto. Además, viniendo del cine, uno siempre tira hacia lo audiovisual. Casi podría decirse que era inevitable.

Alejandro Colucci es el ilustrador. ¿Qué nivel de autonomía tuvo a la hora de ilustrar su obra?
Alejandro Colucci es un talento ya reconocido, pero a su vez es una persona súper cariñosa y accesible. Ha habido mucho de diálogo y generosidad en el trabajo. Él proponía, yo proponía, y sus manos y su talento hacían el resto. Además, tuvo la amabilidad de responder a mis preguntas sobre su estilo de trabajo y que plasmé en la sección inclusiva del libro, «Trazos en palabras»,  para que las personas con discapacidad visual puedan saber cómo es su proceso creativo. Una información que, a parte, puede servir a cualquiera que tenga curiosidad por saber cómo trabaja Alejandro, puesto que no todo el mundo tiene conocimientos en arte suficientes como para saberlo a simple vista, como es mi caso.

Con las redes sociales la relación autor-lector es muy directa. ¿Qué le están comentando de sus cuentos?
La verdad es que estamos muy contentos con el feedback. El libro ya se encuentra en diversas bibliotecas españolas y se le ha recibido con mucho cariño. Además, las tres terapeutas que han creado la parte de crecimiento personal sobre los cuentos, lo están usando como herramienta en sus sesiones y talleres. Ellas son Aroa Fernández, Beatriz Marín y Mamen Garrido y son las que más reciben el feedback directo por el uso que le dan al libro.

De todos modos, acabamos de empezar con su distribución, y en estos tiempos hemos preferido tomarlo con calma y sin prisa de ningún tipo. Creemos que es un proyecto que tendrá sus resultados no solo a corto o a medio, sino a largo plazo y queremos disfrutar del trabajo creado sin la presión de unas cifras de venta o una campaña mediática masiva. Nunca ha sido nuestra meta.


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