Sada, forzado, asiste a un compañero ante Kinsey -EFE.
“Somos una incógnita”, decía, enigmático, Neven Spahija a su llegada al aeropuerto del Prat, meses después de haber abandonado el proyecto del Power Electronics Valencia porque quería aspirar a cotas mayores con un equipo más grande. El técnico croata justificó el titular con el argumento de que a estas alturas su Fenerbahçe todavía no había competido ante un rival de identidad y que el Barça iba a marcar sus posibilidades reales. Resulta exagerado extraer que la victoria de los turcos en el Palau por 61-69 sea el preludio de su hazaña en la Euroliga y la debacle anticipada de los azulgrana en el torneo del que defiende corona y en el que el curso partido no perdió ni un partido hasta el segundo encuentro de cuartos de final ante el Real Madrid. El triunfo del Fenerbahçe en la tercera jornada del grupo C fue merecido, cierto, tanto o más como lo había sido días antes el del CAI Zaragoza, que no sirvió como acicate y toque de atención. En ambas ocasiones el Barça consiguió remontar situaciones adversas, pero nunca encontró la continuidad necesaria y se quedó en tan sólo siete asistencias. Su estadística en triples (3/19, 15’7%) es de las peores que se le recuerdan.
En la zona mixta y los vestuarios se explican las claves del partido y Jaka Lakovic fue muy sincero ante el micrófono del Canal 3: “Desde el principio hemos entrado descentrado y sin intensidad. Y Fenerbahçe es un buen equipo…”. Un conjunto que consiguió someter al Barça en su casa con un ejercicio generoso de defensa (ocho recuperaciones por siete pérdidas) y con el ataque justo, con números muy repartidos y dos jugadores capitales, ambos croatas como su técnico y con pasado ACB. Roko Leni Ukic y Marko Tomas, con 13 y 12 puntos respectivamente, se centraron primero en cerrar el rebote para reservarse los tantos al final. Tomas anotaría un tiro con suspense a 2m 11s, pues Fran Vázquez estuvo a punto de barrer la pelota (59-69). “Hay tiempo”, apremió Xavi Pascual. Y lo había, pero los locales no supieron gestionarlo adecuadamente. Pete Mickeal, máximo anotador con 17 puntos, falló la jugada ordenada y Tomas fallaría un rebote, aunque el rebote sería para Ukic ante un superado Lakovic, que había sido el impulsor de la remontada. El mismo que ya sin opciones quiso correr más que la pelota y gritó de rabia mientras comprobaba como Omer Onan sí acertaba para anotar al límite y firmar una diferencia final que podría ser decisiva para el primer puesto del grupo C.
La primera asistencia local
El prometedor inicio de Mickeal, un comienzo fogoso e implacable de los suyos, lleno de fuego y vigor, para anotar cinco puntos en el primer minuto y medio resultó un instante extraño y fuera de lugar en un encuentro horroroso de los azulgrana. El Barça se atascó muy pronto y de sumar nueve tantos antes del tercer minuto concluyó el primer cuarto con 13 tras un alley hoop entre el propio Mickeal y Fran Vázquez, en la jugada de la única asistencia de los azulgrana en dicho período (13-14). El mejor dato para reflejar hasta qué punto estaban sufriendo los locales. “Que no haya puntos flacos”, pidió Xavi Pascual, impotente ante los altibajos de sus jugadores. Ni Juan Carlos Navarro (12 puntos, pero 0/5 en triples) pudo arreglar el desaguisado.
El cambio de piezas no variaba la fiabilidad del Fenerbahçe, dirigido por un técnico pragmático como Spahija y que ya le birló una Liga al Barça en su única temporada con el Caja Laboral, por entonces Tau. La presencia de Lynn Greer no exigía de Ukic. Los azulgrana, desconocidos, empeñados con probar suerte con los triples (fallaron cinco seguidos hasta el acierto de Terence Morris) volvieron reconocerse en cuanto Jaka Lakovic dio paso a Víctor Sada, gigante pese a ser de los más pequeños y que está en un momento de forma (y confianza) muy superior al de Ricky Rubio, melancólico y con la punta de mira desviada. El agitador que requerían los azulgrana para acercarse a tres puntos con un parcial de 6-0 (24-27) después de haber cedido por ocho. Visto lo visto, sufrido lo sufrido, el 28-32 era un castigo muy menor.
Compareció hecho trizas el Fenerbahçe, incapaz de anotar de no terciar un tiro libre y con cuatro personales de equipo muy pronto, y ni por esas el Barça supo dar un golpe sobre la mesa. Por mucho que otra vez Lakovic cumpliese su codiciado papel de desatascador en un equipo repleto de referentes. En un abrir y cerrar de ojos, en tan sólo nueve segundos, el esloveno se marcó una entrada y anotó un triple muy lejano para poner a su equipo por delante desde el 5-2 inicial (43-39 a los 28m 22s). Nueve puntos seguidos llevaron la firma de Lakovic, que cedió el testigo a su compatriota Erazem Lorbek para que anotase seis consecutivos. La diferencia es que Fenerbahçe siguió siendo más equipo, gestionando mejor sus ataques al límite y anotando triples sin descanso, con Emir Preldzic y Mirsad Turkcan como valedores. A 3m 27s Lorbek empató el partido a 57 para los azulgrana, que fallo a fallo se ganaron una derrota inesperada en el Palau ante un Fenerbahçe superior casi de principio a fin.
Barça (13+15+17+16) 61: Ricky, Navarro (12), Mickeal (17), Lorbek (10), Ndong –quinteto inicial–, Vázquez (4), Sada (4), Morris (3), Lakovic (11), Perovic y Grimau. Fenerbahçe (14+18+12+25) 69: Ukic (13), Onan (6), Tomas (12), Lavrinovic (3), Vidmar (6) –quinteto inicial–, Kinsey (2), Greer (7), Turkcan (6), Preldzic (8) y Savas (6).