Así se titula una película argentina dirigida por Sebastián Borensztein, que tiene por protagonista a Ricardo Darín y que tuve oportunidad de ver anoche bien arropada por la compañía y la cena, tras un paseo más por Madrid y sus fríos. Un plan (que no flan!) casero, de sábado por la noche tras una semana ajetreada con asuntos pendientes y tras muchas conversaciones interesantes, de las que hacen pensar en positivo y que te hacen crecer.
Somos animales de costumbres, así es. Nos da miedo salir de lo que ya conocemos, por miedo a lo que pueda pasar. No sabemos bien que nos espera... pero en ello reside lo bueno: lo nuevo. En ello encontramos que aunque estamos solos en el mundo con nuestras cosillas, compartimos dudas y resolvemos problemas con los demás. A veces se tarda más, pero no pasa nada. Es para bien y se duerme con una sonrisa, que es importante.
Os la recomiendo sin reservas, pese a que podáis pensar que esto no es más que un cuento chino!
Feliz tarde de domingo!