No es tan difícil tener un cuerpo atractivo…
Depende de varios factores que no siempre se tienen en cuenta.
Porque mientras se les da muchísima importancia a conceptos como el del peso o el de las medidas, se dejan a un lado otros, como por ejemplo las posturas correctas y la piel…
Cuando los hombros se echan hacia delante (y eso puede llegar a convertirse en costumbre), el pecho se hunde.
Y la sensación es que el cuello desaparece.
Horrible ¿no?… no favorece nada
Conviene entonces poner en práctica un pequeño truco:
Consiste en levantar la cabeza como si desde el techo la sujetara un hilo invisible.
¡Parece mentira lo que tan mínimo gesto puede hacer por conseguir un aspecto esbelto y un escote en condiciones!
Otra forma de cuidado, desde luego insustituible, es la que se refiere a la piel del cuerpo.
Pierde su atractivo cuando se muestra reseca y con pliegues entre los senos.
Es el momento de llevar a cabo los tratamientos oportunos.
Os recomiendo que consideréis lo siguiente:
El escote comienza en el cuello. Y desde luego, si se marcan líneas o arrugas horizontales, es porque existe un relajamiento cutáneo.
Para estos casos la cosmética adecuada ofrece un sin fin de productos…
Con ellos ¡no hay que ser tacañas!…
Los resultados a medio y largo plazo son increíbles.
Y a veces, incluso a plazo inmediato, ya que contemplan las necesidades especificas del envejecimiento corporal.
Sus avanzadas formulaciones contienen eficientes agentes hidratantes, cerámidas y vitaminas, que incluso acondicionan las zonas de codos y rodillas, no siempre agradecidas.
Con su uso continuado la piel del cuerpo obtiene un aspecto liso, firme y radiante.
Porque si, al igual que la del rostro, con el paso del tiempo tiende a perder tono y elasticidad.
Sus niveles de proteínas descienden, disminuyendo su capacidad para retener la hidratación esencial.
Y para evitarlo, existen activos como la savia de arce, conocida por sus propiedades cicatrizantes.
Puede considerarse como la felicidad de las pieles extremadamente secas.