En cualquier telenovela que se precie de ser dramática, tarde o temprano llega el momento en que uno de los dos protagonistas amenaza con partir. El último sábado, en Colombia, la escena se trasladó al campo de juego.
En el estadio municipal Itagüí Ditaires, el equipo local empataba 1 a 1 con Boyacá Chicó y al minuto 17 de la segunda etapa se desató el culebrón: El árbitro, Jorge Sierra, sancionó con penal la infracción que Mostasilla le marcó a Viáfara al borde del área y expulsó al defensor de Chicó. Ofendidos y convencidos de que el empujón había sido afuera, los jugadores de la visita enfilaron hacia el vestuario y el técnico, Alberto Gamero, los tuvo que detener. En medio de protestas y reproches, Sierra consultó a sus colaboradores y anuló el penal. Entonces fue Hernán Torres el que llamó a sus jugadores a retirarse del campo de juego.
Luego de la amenaza de ambos equipos con abandonar el césped, el partido continuó y no se sacaron ventaja. El resultado final fue 1 a 1 y los que esperaban más emoción en esta telenovela, tendrán que aguardar hasta el próximo capítulo.