No sé por qué pero ayer mientras estaba viendo el debate a cinco, en La sexta, este vecino lo vio en La sexta, me entró la sensación de que todos me querían vender una enciclopedia. Con eso ya se nota los años que este vecino del mundo va teniendo, porque desde el boom de lo digital, internet incluido, juraría que las enciclopedias en tomos, pasaron a mejor vida. Y lo peor de todo, para los candidatos especialmente, no me la compré.
Se notaba demasiado que la enciclopedia no les importaba nada. En realidad, sólo les interesaba, a los cinco hombres, solo hombres, el tenerla más grande. Me refiero, naturalmente, a la razón . Y ya se sabe que en política, lo mismo que en la verdad, cada uno tiene la suya, y basándose en lo que Groucho Marx decía de sus principios, si no le gustan seguro que tienen otros.
No fui apuntando las propuestas, que fueron más bien escasas, y seguro que se las lleva el mismo viento de siempre, el del olvido. Opté por intentar recordar aquellas cosas que me saltaron a la vista, y con Santiago Abascal me ocurrió que llegué a la conclusión de que repetía el personaje de Bruce Willis en “El sexto sentido”, porque nadie le veía y consecuentemente no le contestaban. Lo que ocurre es que de estar muerto ha pasado a estar más vivo y coleando que nunca.
Lo peor de todo es que con Abascal parece que se ha abierto una puerta al pasado y ciertos fantasmas que parecían olvidados luchan por renacer.
Lo de Pablo Casado y Albert Rivera, es una especie de Dr.Jekyll o Mr.Hyde, Te venden la misma enciclopedia pero de diferente editorial. Mucho paripé pero al final, si pueden, cada uno montará su chiringuito y, si les dejamos, se repartirán la playa. Y lo peor de todo es que al partido de Abascal, Rivera y Casado le permitirán el alquiler de tumbonas y sombrillas de lo suyo.En varios momentos este vecino tuvo la sensación de que Pedro Sánchez, teniendo en cuenta de que las Navidades prácticamente ya están a la vuelta de la esquina, estaba aprovechando el momento para escribir la carta a Los Reyes Magos. Porque mientras los demás hablaban, a él se le veía emborronar y emborronar papeles mientras hablaba entre dientes. Tenía la actitud de ser un maestro que está preparando la clase en la misma aula mientras sus pupilos se le están desmadrando.
Quizás por eso, porque el principal candidato, eso sigue pareciendo, estaba, lo que en mi pueblo vulgarmente se diría “yendo a por uvas”, Pablo Iglesias regañaba a todos, y les intentaba enseñar las normas básicas de urbanidad. Cuando en realidad, lo que no paraba de preguntar, sin palabras, a Pedro Sánchez, el famoso “qué hay de lo mío”.
Mucho me temo que ésto no lo arreglan unas nuevas elecciones. Y lo peor para este vecino es que este domingo se va a sentir más toreado que la mayoría, porque además, ya lo adelantó en un post anterior, le toca estar en la mesa electoral como “segundo vocal”.
De todas maneras, que a nadie se le ocurra no cumplir con su deber de ir a votar ese día. Especialmente si eres de izquierdas. Porque si “la cosa” puede ir a peor, irá a peor. Hay ejemplos recientes como el Brexit y Donald Trump.
Algunas veces Halloween no tiene por qué ser el 31 de Octubre…
*FOTO: DE LA RED