La Península ibérica ha constituido durante millones de años un ambiente muy especial para la Flora y la Fauna; encajonada entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo y aislada del resto del continente europeo por la cordillera pirenaica, ha forjado con el tiempo un ecosistema peculiar con numerosas especies y subespecies endémicas, casi como si se tratase de un ambiente insular.Merced a esta situación, el bosque mediterráneo y las praderas de ambiente atlántico han adquirido en ella una peculiar configuración, reconocible en todo el continente, pero con detalles autóctonos.Muchas son las agresiones que la especie humana ha infligido al rico abanico de hábitats ibéricos, no en vano, gran parte de los ecosistemas locales están en franca regresión tras sufrir fragmentaciones, intrusiones y todo tipo de saqueos de recursos; una conducta que en cierto modo ha ido menguando ligeramente en los últimos tiempos, si no siempre a escala local, si a nivel nacional en España y Portugal.Ha sido el fuego la mayor amenaza que ha acosado dichos ecosistemas en las últimas décadas; no es nada nuevo, pero sus efectos se hacen sentir más que nunca en los ya no tan abundantes bosques ibéricos de ambiente seco. Miles de hectáreas de bosque y matorral arden cada año en España, y aunque nuevas leyes y mejores campañas de concienciación parecían empezar a tener efecto en el colectivo social, esta amenaza siempre ha estado vigente y las estadísticas sobre incendios tienden a fluctuar cada año.Con el fin confieso de afrontar esta situación desde la vía que mejores resultados ha otorgado, Ecologistas en Acción presenta este año un decálogo dirigido al gran público, el cual pretende hacer hincapié en unas sencillas normas básicas para evitar situaciones comprometidas y peligrosas.Muchos de los lectores de este Blog conocen ya esta organización sin ánimo lucrativo, no obstante, les ofrezco una breve auto presentación por si a algún visitante les resulta desconocida todavía. Ecologistas en Acción es, según sus propios representantes, “Una confederación de más de 300 grupos ecologistas distribuidos por pueblos y ciudades. Forma parte del llamado ecologismo social, que entiende que los problemas medioambientales tienen su origen en un modelo de producción y consumo cada vez más globalizado, del que derivan también otros problemas sociales, y que hay que transformar si se quiere evitar la crisis ecológica. Para ello realiza campañas de sensibilización, denuncias públicas o legales contra aquellas actuaciones que dañan el medio ambiente, a la vez que elabora alternativas concretas y viables en cada uno de los ámbitos en los que desarrolla su actividad. La organización se estructura territorialmente mediante Federaciones y grupos”.Estas sencillas pero a menudo obvias diez normas llaman al sentido común, ofreciendo una sensata orientación para quienes desempeñan actividades que puedan suponer un riesgo para los ecosistemas boscosos nacionales, pese a ello, la organización es consciente de que resulta complicado luchar contra pirómanos e incendiarios que prenden fuego en nuestros apreciados bosques por mera diversión, por intereses particulares o a modo de protesta violenta. Para ellos, solo cabe pedir que todo el peso de la ley caiga sobre los infractores.A continuación pueden leer el citado decálogo tal y como ha sido manifestado por la organización ecologista bajo el lema “Sin fuego, no hay incendios”; he decidido transcribirlo literalmente para no manipular ni distorsionar el mensaje original, de modo que llegue hasta los lectores de estas líneas de forma incorrupta.
1.- No enciendas fuego en el campo, ni para quemar rastrojos o pastos, ni para utilizar barbacoas o fogatas, (Ni tan siquiera en las áreas recreativas habilitadas a tal efecto). En la época de alto riesgo de incendios, del 1 de junio al 1 de noviembre, cualquier chispa o llama, por pequeña que sea, puede dar lugar a un desastre.
2.- No arrojes al suelo cerillas, colillas, cigarros u objetos en combustión, ni tampoco papeles, plásticos, vidrios o cualquier tipo de residuo o material combustible susceptible de originar un incendio. Lo mejor: es no fumar en el campo.
3.- En los terrenos forestales no utilices desbrozadoras, motosierras, grupo de soldadura, amoladora o radial.
4.- A las personas cuya vivienda se encuentre ubicada o circundada por terrenos agrícolas o forestales, se les recomienda que no pongan setos de especies que arden con facilidad (Arizónicas, cipreses, etc.), y que no construyan barbacoas en los límites de la finca, o al menos, que nunca las utilicen los días de viento. Igualmente, se debe solicitar a la comunidad de vecinos la elaboración de un plan de autodefensa (Instalación de hidrantes en las calles, mantener las calles y caminos aledaños despejados de vehículos y de vegetación, construcción de depósitos de agua, etc.). Deposita la basura y los restos de poda en los contenedores o vertederos habilitados, nunca te deshagas de ellos amontonándolos junto a la vivienda o quemándolos.
5.- En épocas de riesgo de incendios, del 1 de Junio al 1 de Noviembre, para adentrarse en el monte es conveniente conocer bien el terreno, las vías de comunicación, caminos alternativos y procurar caminar siempre por zonas de gran visibilidad. Si vas a practicar senderismo, en especial en compañía de mayores y niños, procura no salirte de los circuitos señalizados.
6.- Comunica a las autoridades públicas los vertederos o puntos de vertidos ilegales que encuentres en terrenos forestales o próximos a ello. Suelen ser una causa habitual de aparición de incendios forestales.
7.- No pretendas llegar en coche o vehículo motorizado a todas partes, el contacto del tubo de escape con matorrales secos podría provocar un incendio. Del 1 de Junio al 1 de Noviembre, para evitar incendios no utilices el vehículo. En zonas forestales estaciona el coche en aparcamientos habilitados, o, al menos, en zonas totalmente despejadas de pastos o matorral.
8.- Si ves un incendio avisa lo antes posible al 112, teléfono de emergencia, o al 062 teléfono de la Guardia Civil. Indica en tu aviso el camino más adecuado para llegar, teniendo en cuenta hacia donde avanza el fuego. Es recomendable, además, conocer los servicios de emergencia locales y como contactar con ellos.
9.- Las personas que se encuentren cerca de un incendio, deben intentar ir a un claro donde el fuego no les pueda alcanzar, tratando de alejarse por las zonas laterales del incendio y más desprovistas de vegetación; si circulan en coche deben cerrar las ventanillas e intentar dirigirse a una zona fuera de peligro. No debes dirigirte hacia barrancos u hondonadas, ni intentar escapar ladera arriba cuando el fuego ascienda por ella. Recuerda que un cambio en la dirección del viento puede hacer que el fuego te rodee. Por tanto, ve siempre en sentido contrario a la dirección del viento.
10.- Las personas que participan en labores de extinción no deben trabajar aisladas, deben estar coordinados y siempre a las órdenes de las autoridades competentes. Recuerda que si fueses requerido por las Autoridades públicas para colaborar en la extinción de un fuego, tienes el deber legal de colaborar.
No es, ni mucho menos, el primer decálogo publicado con esta misma intención, y probablemente no resulte ser el mejor ni el más popular, pero como poco servirá para mantener gresca en la memoria de los españoles una idea que puede salvar hábitats y vidas humanas.Por supuesto, estas sencillas reglas pretenden oriental al público español en pro de una reducción de los incendios forestales, aunque obviamente algunas de ellas son aplicables en cualquier lugar del mundo donde el ambiente propicie los incendios en bosques y otros ecosistemas. Pueden encontrar más información en la Web oficial de la citada organización.- Ecologistas en Acción.