Aunque me encantan el barullo y el ajetreo que tienen estas tres ciudades, tengo que afirmar que de vez en cuando hay que salir y perderse en la inmensidad de la naturaleza. Hay rincones en el mundo que desconocemos y tienen una belleza espectacular. Hace unas semanas tuve esta oportunida. En el camino de vuelta hacia Gandía pasamos por este miniparaje, un lugar que me dejo con la boca abierta. Se trataba del nacimiento del río Albaida. Al principio no estábamos muy convencidos de ir, pero en el momento en el que bajamos supimos que nuestra elección había sido muy buena. Así que yo con cámara en mano, me decidí a sacar estas preciosas imágenes de este paraje que tenemos en la Comunidad Valenciana. Un lugar que si estuviese en Londres, París o Nueva York, ayudaría a mucha gente a desconectar del barullo de la ciudad por unos segundo. Ahora sí, con cámara en mano decidí perderme entre este bello paraje.
Introduce tu mail y enterate de todo lo que pasa en Nueva York, Londres y París: