Un día en la ciudad francesa de Limoges

Por Sheila Tabernero @sheila_pdm

Descubrir la ciudad de Limoges durante nuestro viaje por Nouvelle-Aquitaine (Nueva Aquitania) era algo totalmente imprevisible. La ciudad de Limoges es una de esas ciudades con encanto que bien se pueden conocer en un día (aunque si la quieres ver en profundidad te recomiendo que le dediques algo más de tiempo). Dicen que es una de las más bellas de Nouvelle-Aquitaine.

Puente de Saint Etienne

Conocemos Limoges en tuk tuk

Si no tienes mucho tiempo para explorar y no quieres que tus hijos se aburran con largas caminatas, puedes recurrir a la opción de contratar un Tuk Tuk que te lleve por la ciudad, incluso por el centro y sus calles peatonales. Aunque te advierto que precisamente por sus barrios peatonales, es una de las mejores ciudades de Francia para ver y pasear.

Nosotros lo hicimos y fue todo un acierto encontrar a nuestro divertido conductor, que además de explicarnos algunas cosas, hizo alguna parada para que pudiéramos hacer fotos y hasta nos regaló una bolsa de magdalenas caseras. Puedes contratarlo desde la misma oficina de turismo de Limoges.

Ayuntamiento

El recorrido fue de una hora aproximadamente y pudimos escuchar una audioguía en español según íbamos recorriendo los lugares más característicos.

Verás lugares imprescindibles como el edificio del Ayuntamiento, la iglesia gótica de Saint Pierre du Queryroix, el Pavillon du Verdurier, un antiguo mercado Art Déco convertido en sala de exposiciones o la iglesia de Saint Michel des Loins, entre otros lugares emblemáticos de la ciudad.

Lo que no te puedes perder en Limoges

Si al igual que nosotros dispones de poco tiempo para visitar la ciudad, te recomiendo algunos lugares que no te puedes perder de la ciudad que se ha hecho especialmente popular por su cerámica.

La plaza Manigne con la Gare Benedictins de fondo

  • La estación de tren Benedictins, considerada como una de las más bellas del mundo. Había sido el emplazamiento de una leprosería que junto al monasterio de los Benedictinos, que estaba justo al lado, son los responsables que han dado nombre al lugar. Y ahora una anécdota sobre este lugar, los 4 relojes de su campanario están adelantados 2 minutos para garantizar la puntualidad de los viajeros.
  • El puente medieval y peatonal de Saint-Étienne y su barrio colindante de Ponts. Casi parece una ciudad distinta. Aprovechamos para comer en el restaurante gastronómico, familiar y de producto local Le Pont Saint Etienne y fue todo un acierto, super recomendable y con unas vistas privilegiadas al río, al puente medieval y a la catedral y con menú sin gluten.
    El día que llegamos además había una feria y hacían acrobacias con moto acuática en el mismo río Vienne.
  • La Catedral de Limoges, la principal iglesia de la ciudad que comenzó a construirse en el año 1237 y se finalizo en el año 1888 (más de 600 años). Y en la misma zona, el baptisterio paleocristiano. Está en la misma plaza Saint-Étienne, junto a la Catedral. La edificación es impresionante por su tamaño.
  • La pequeña capilla de Saint-Aurelien, donde se encuentran las reliquias del segundo Obispo de Limoges. Fueron los carniceros del barrio quienes la compraron para poder preservarla de la destrucción en la época de la revolución.
Capilla de Saint-Aurelien
  • El Museo Nacional de la Porcelana Arien Dubouche acoge una de las mejores colecciones francesas de porcelanas y es gratuito. En la calle, los pilones están decorados con auténtica cerámica.
  • El barrio de la Boucherie (los carniceros) y el mercado (las Halles) también son lugares donde disfrutarás de un agradable paseo.

El curioso acuario de Limoges

Pero sin duda, la cita imprescindible con niños en la ciudad, es el Aquarium de Limoges con especies del mundo entero. Más de 300 especies y 3.000 animales se encuentran en este curioso y atípico acuario ubicado en un antiguo depósito de agua subterráneo y abovedado de la ciudad.

Fue construido bajo el mandato de Napoleón II para proteger la ciudad de posibles epidemias de cólera.

Y aquí viene lo interesante, no sólo recoge animales abandonados por sus dueños y cuida especies utilizadas en laboratorios de experimentación animal. También cuentan con un programa de investigación destinado a la conservación de especies en peligro de extinción.

Para mantener a los niños aún más expectantes, el acuario propone un juego para encontrar Pokémons y al final del recorrido, permite tocar o alimentar algunos peces (bajo supervisión).

Acabar el día en el lago de Saint-Pardoux

Nuestro final del viaje por Nouvelle-Aquitaine y la "guinda del pastel" tenía lugar precisamente a sólo 30 minutos al norte de Limoges, en el lago de Saint-Pardoux, el segundo lago más grande del departamento de Haute-Vienne.

Nuestro alojamiento elegido fue una cabaña con vistas al lago en el camping de Freaudour. Una cabaña con cocina equipada y muy cerca de donde se contratan algunos deportes acuáticos.

El lago de Saint-Pardoux es un lugar preservado ideal para todo tipo de actividades al aire libre. Nosotros elegimos finalmente hacer una sesión de esquí acuático con los peques y fue todo un éxito. Se lo pasaron genial y no era necesario tener conocimientos previos.

Además del esquí náutico y la natación, a tan solo 20 minutos del camping (en Santrop) puedes alquilar canoas, tablas de paddle surf, hidropedales, navegar, pescar, hacer senderismo o subir a las alturas en el parque de escalada de árboles. Incluso hay un pequeño restaurante con vistas al lago donde comimos muy bien.

Tenis, escalada, tiro con arco, equitación, swin golf... Vas a poder elegir entre un amplio catálogo de actividades y deportes al aire libre.

Aunque nosotros no tuvimos suerte con las condiciones climáticas y llovía, estos servicios no estaban disponibles. Así que finalmente decidimos quedarnos en la piscina climatizada, que también fue un planazo.

Estuvimos dos noches en el camping. La primera noche cenamos en un lugar exquisito, el restaurante Le Clos des Cèdres. Está a sólo 20 minutos del lago y es un lugar muy particular, bonito y donde comer muy bien.

Durante nuestra última noche cenamos en el mismo restaurante del camping donde puedes probar algunos productos típicos de la zona.

Y hasta aquí nuestro viaje por la Nouvelle-Aquitaine. Podéis leer el resto de posts de nuestro viaje:

Nuestro recorrido por la Nouvelle-Aquitaine
Dormimos en cabañas flotantes
Sheila DéfiPlanet y sus alojamientos más insólitos

#ExploreFrance

* Post en colaboración con Nouvelle-Aquitaine Tourisme y Atout France

Me llamo Sheila y hace 10 años que decidí contar mi experiencia maternal en Blog de una embarazada. Ahora que ya soy bimadre, me encantaría seguir contigo en Palabra de Madre. ¿Te quedas por aquí? Soy curiosa y me gustaría compartir mis curiosidades contigo. Así que pregunta, comenta, comparte...