Vimos el desfile de "Grallers i Capgrossos", del que me quedo con este super cabezudo.
Un día marcado por la tradición y las costumbres de la región, y quien mejor para poner el broche de oro a esta jornada que una empresa con una gran tradición: Bodegas Torres.
Tenía ocho años cuando visité por primera vez la Bodega de Torres. Vimos como se elaboraba el vino, nos dieron a probar el mosto y cuando nos íbamos, nos obsequiaron con una botellita de vino. Aún recuerdo la ilusión con la que llegué a casa y le entregué la botellita a mi padre, ya que mi corta edad me impedía catarlo.
Varios años después, he tenido el privilegio de asistir a la comida que Bodegas Torres ofrecía con motivo de la celebración de la Fiesta de la Vendimia de Sitges, pero esta vez si pude tomarme el vino.
La comida era un maridaje perfecto desde el aperitivo hasta el postre. Cada vino armonizaba con el plato presentado, empezando con un refrescante Viña Esmeralda 2011.
Al que siguió un Viña Sol para acompañar esta deliciosa ensalada de langostinos con vieiras.
Para continuar, un Jean Leon 3055 que casaba a la perfección con esta fideuá, todo en su punto.
Entre plato y plato, uno de los placeres que más valoro: pan con aceite, también de Torres.
De postre, macedonia acompañada por un moscatel Floralis bien fresquito.